Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl juanete es una desviación del dedo gordo del pie hacia el resto de los dedos por la prominencia de la cabeza del primer hueso metatarsiano y el ángulo de de la articulación. Entre 2 y 3 persones de cada 10 pueden tener juanetes a lo largo de su vida, según datos del Hospital Clínic. En la mayoría de casos, el factor más determinante en su formación es el uso de un calzado inadecuado, tal y como opina la traumatóloga Eugenia Miranda (@miranda_trauma). La hiper laxitud (una movilidad excesiva de las articulaciones) y la herencia genética (en la predisposición a unas determinadas características de los huesos y articulaciones) son los otros dos factores más determinantes.
De este modo, según la morfología del pie puede predisponernos a tener un juanete. Si el primer dedo es más grande que el segundo y con un tamaño descendiente hasta el dedo pequeño, tenemos más posibilidades. Además, cuanto más largo sea el primer dedo más incrementa esta opción.
Generalmente, aparecen entre los 40 y 50 años y, posiblemente, estos tres factores se potencian entre sí: la predisposición familiar por una forma específica de pie o una mayor elasticidad de los ligamentos, propia a la vez del sexo femenino, más propensas a usar zapatos inadecuados.
El juanete tiene dos partes claramente diferenciadas. La parte ósea deformada, y la parte blanda irritada que aumenta o disminuye en función de la fricción que tenga con el calzado. Y puede provocar dolor, en caso de padecer artrosis de dicha articulación; hinchazón y rojez, si se irrita la zona con una costura inadecuada en el zapado o una piel extremadamente dura del mismo; o quemazón o entumecimiento, si se afecta el nervio que da la sensibilidad a la zona.
Los pies con tendencia a padecer de juanete lo pueden sufrir toda la vida. En gran parte, porqué la forma anatómica del pie no varia mucho con la edad, y también porque muchas personas no están dispuestas a hacer cambios de calzado. Por ello, es importante tener presenta que la deformidad ósea irá empeorando con los años si no hacemos cambios de estilo de vida. En cambio, realizar cambios en nuestro estilo de vida si retrasa la aparición de más deformidad ósea.
Es recomendable el uso de soportes plantares cuando empiezan a aparecer los primeros signos de desviación, porque cuando antes se neutralice la presión o carga sobre el primer dedo, más evitaremos la presión deformatoria del juanete y los dolores asociados.
Los tacones, los zapatos de punta estrecha, sandalias con tiras que pueden rozar el bulto e irritar la parte blanda, o con costuras justo donde está el juanete empeoran el problema. Los zapatos anchos, de punta cuadrada, que permiten que podemos mover los dedos con libertad, en forma de balancín o mullidos en la zona anterior del pie son los más adecuados para pies con juanetes.
-Si sufrimos una inflamación en la zona, podemos sostener una bolsa de hielo sobre el juanete durante 5 minutos
-Utilizar almohadillas en los zapatos para evitar que se froten con el juanete
-Tomar paracetamol o ibuprofeno ante una inflamación de la zona
-Tratar de perder peso, en caso de sobrepeso
-Realizar habitualmente ejercicios de fortalecimiento y movimiento para trabajar los músculos del pie y frenar la deformidad
Si el dolor no mejora después de probar estos remedios en casa durante algunas semanas, y te impide hacer tus actividades normales, consulta con tu médico de cabecera. Existen en el mercado numerosas soluciones ortopédicas, así como diversos métodos quirúrgicos, según la gravedad del problema.