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La Comunidad de Madrid se está planteando una Semana Santa con plena libertad de movimientos y sin confinamiento perimetral –que tampoco aplica ahora (sólo restringe la movilidad en ciertas zonas de salud)–.
Así, según publica El Mundo, los buenos datos registrados por la región han hecho que se plantee esta opción, aunque esto no implicaría, probablemente, una relajación de las restricciones de aforos en los comercios y hostelería ni de las reuniones en domicilios que, hasta ahora, están prohibidas para no convivientes.
Con todo, según reconocen desde la Comunidad a dicho periódico, esta decisión se tomará dependiendo de la opción adoptada por parte de otros gobiernos autonómicos. Y adelantan que, si no se abren, temen que se puedan producir aglomeraciones de madrileños durante los días festivos en la Comunidad.
Por ello, esperan que los habitantes de la región puedan viajar para descongestionar la comunidad si, por el efecto del buen tiempo, los madrileños deciden echarse a las calles y terrazas como en fines de semana pasados.
En concreto, la propuesta es permitir los viajes desde el 26 de marzo hasta el domingo 4 de abril, algo, que ya sucedió en Navidad, cuando se dejó salir y entrar en la región para visitar a allegados o familiares.
Además, la medida podría dinamizar la economía. De esta manera, por ahora, alguna comunidad como Andalucía o Valencia trabajan en un plan similar para salvar con el turismo nacional la Semana Santa, puesto que no habría, previsiblemente, visitantes extranjeros.
Con todo, cabe recordar que Madrid permaneció cerrada durante los demás puentes desde que volvió a aplicarse el segundo estado de alarma en otoño de 2020, por lo que sería una decisión novedosa y menos restrictiva a la adoptada en navidades.