Mariola Báez
Salud
La contaminación ambiental, principal causa del aumento del asma bronquial en adultos
El asma es una enfermedad crónica que debe controlarse con un tratamiento que minimice sus efectos
Como explica la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (@SeparRespira) el asma bronquial es una patología que provoca la inflamación del interior de los bronquios, algo que hace que el aire que respiramos llegue con dificultad a nuestros pulmones.
Hasta hace unas décadas, se consideraba una enfermedad prevalente en la población infantil, pero en la actualidad, distintos estudios, que señala la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (@SEMERGENap), indican que ha pasado a ser una patología que afecta de manera importante a los adultos mayores, incluso más que a los jóvenes en determinados aspectos, por ejemplo, en la mayor necesidad de hospitalización ante un episodio de crisis aguda de asma.
Esta enfermedad puede llegar a mermar la calidad de vida. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) son determinantes, ya que calcula que unos 235 millones de personas tienen asma en todo el mundo, con una cifra de mortalidad de 383.000 fallecimientos en 2015, la mayoría de ellos, adultos mayores.
¿Qué causa el asma? ¿Cómo se trata?
Esa inflamación de los bronquios se traduce en una dificultad respiratoria que puede tener distintas manifestaciones como sensación de ahogo y de opresión en el pecho, tos seca, “silbidos” al respirar... Viene provocada por la acción de un agente externo que actúa como alérgeno, ante el cual el organismo reacciona.
El polvo, el polen, el pelo de una mascota, el humo del tabaco y también los contaminantes que nos rodean, y que no han dejado de aumentar en porcentaje en las últimas décadas, son algunos de los posibles desencadenantes de un ataque de asma. La polución ambiental se considera uno de los factores clave, que han hecho que las enfermedades respiratorias y las patologías asociadas a ellas hayan aumentado en los adultos.
El asma no se cura, y puede tener distintos grados de intensidad: leve, moderado o grave, que es importante determinar para establecer la correcta medicación, que probablemente incluirá algún inhalador para utilizar en caso de aparición de estrechez en las vías respiratorias, provocada por la inflamación que genera una crisis asmática. Además, es fundamental tomar medidas preventivas que eviten el contacto con el alérgeno que pueda desencadenar la crisis. Hacer ejercicios específicos, que ayuden a controlar la propia respiración y a incrementar la capacidad pulmonar, son también recomendables.