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El teléfono móvil es uno de los objetos que más se ensucian y, en un momento de emergencia como este, es vital mantenernos a salvo de virus y bacterias. Además, el móvil está en contacto directo con las manos y la cara, dos de las vías principales de contagio de coronavirus.
Las pantallas de los smartphone pueden contener bacterias de todo tipo, siendo las más comunes las del género Staphylococcus spp, que colonizan la piel y la mucosa nasal y que, en ocasiones, pueden producir enfermedades cutáneas como impétigo, celulitis o incluso otitis externa, según ha informado la vocal de la Junta de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) y médico adjunto del Hospital Universitario de Basurto (Vizcaya), Mikele Macho.
Además, aunque en menor medida, se han detectado bacterias del género Streptococcus spp, que pueden causar infecciones diversas, como faringitis o neumonía, y de enterobacterias como Escherichia coli o Salmonella spp, lo que, tal y como ha alertado la experta, refleja la contaminación de origen fecal de las manos que emplean los dispositivos móviles y que pueden causar enfermedades intestinales y extraintestinales importantes.
Otras bacterias como Klebsiella penumoniae, Pseudomonas aeruginosa o Acinetobacter baumanii pueden ser también causa de enfermedades infecciosas oportunistas en la población más susceptible.
Por otro lado, la vocal de la AMYS ha informado también de que los teléfonos móviles pueden actuar como trasmisores de hongos ambientales y de virus, como el coronavirus, la gripe u otros virus respiratorios en época epidémica.
"Los dispositivos móviles están compuestos de superficies lisas e irregulares, a menudo protegidos con protectores de plástico, que generan nichos donde puede acumularse suciedad y sudor. Además emiten calor, por lo que propician condiciones favorables para el crecimiento de microorganismos", ha dicho.
Además, prosigue, estos teléfonos suelen guardarse en bolsillos, bolsos o depositarse sobre superficies que también pueden estar contaminadas por microorganismos, por lo que pueden ser una vía de propagación de enfermedades infecciosas.
¿Cómo evitar el contagio?
La medida preventiva más sencilla y efectiva para evitar la transmisión de microorganismos a través de los teléfonos móviles es la higiene de manos de los usuarios, que consiste en lavarse las manos con agua y jabón, aunque no presentan suciedad visible. Asimismo, es útil mantener limpio y desinfectado el dispositivo móvil de manera regular y rutinaria empleando un paño de microfibra humedecido con alcohol.
No es necesario usar productos químicos de limpieza agresivos ni, por supuesto, sumergir el teléfono o rociar el líquido directamente sobre él. Es importante impedir que entre humedad en zonas como el punto de carga o de entrada de los auriculares.
Marcas como Apple y Samsung han publicado manuales sobre cómo limpiar las pantallas sin dañarlas. Así, conviene usar toallitas con alcohol isopropílico al 70% o limpiar la superficie con un paño suave y limpio humedeciendo la esquina con agua. Lo ideal es hacer movimientos de arriba a abajo y utilizar un paño seco para quitar la humedad. Por supuesto, si contamos con un protector de pantalla, nos ahorraremos muchos disgustos y la limpieza será más sencilla.
No olvides que tan importante es desinfectar tu smartphone al llegar a casa como no tocarte los ojos u otras partes de la cara al usarlo, además debes lavarte las manos con cierta frecuencia. A pesar de que estas indicaciones están dirigidas a los teléfonos móviles, son consejos aplicables al resto de dispositivos electrónicos que haya en el hogar.