Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLa crema solar debe ser uno de esos productos indispensables en verano, sea cual sea nuestro destino para proteger la piel de los rayos del sol y la radiación. Este tipo de lociones deben aplicarse de forma adecuada para evitar lesiones cutáneas, en todo el cuerpo, y también bajo la mascarilla.
La mascarilla no protege de los rayos solares. Por lo tanto, es esencial que antes de salir a la calle, nos apliquemos un protector solar adecuado para nuestro tipo de piel y con un factor de protección alto, de entre 30 y 50 al menos. Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) nos recuerdan que este año, debido al confinamiento que hemos sufrido, no ha habido una exposición paulatina al sol, por lo que nuestra piel está mucho más sensible y tendremos un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares. Así que, es necesario tomar medidas para tener una protección solar adecuada siempre, pero en este año tan extraordinario que estamos viviendo a causa de la pandemia del coronavirus, estas medidas toman especial relevancia.
En primer lugar, debemos recordar que nuestra piel no ha pasado por un proceso gradual de exposición al sol y que traemos un déficit de vitamina D, ambos debidos al confinamiento pasado. Además, bajo la mascarilla, nuestra piel está más sensible y alterada.
Y la mascarilla se ha convertido en un elemento muy habitual en todos los espacios, también en los entornos al aire libre. Y, a pesar de que parte de nuestra cara está tapada, la mascarilla no la protege de la radiación solar. El peligro es la sensación de protección que nos da al pensar que no llevamos piel expuesta. Nada más lejos de la realidad.
Las cremas y protectores solares se deben aplicar por toda la cara, también bajo la mascarilla, media hora antes de la exposición solar, y se debe volver a aplicar cada dos horas y siempre después de cada baño, con la piel seca. Además, debemos elegir un fotoprotector solar que proteja frente a todos los tipos de radiaciones: la infrarroja, la ultravioleta y la visible.
Las pieles sensibles deben contar con un cuidado especial porque los geles hidroalcohólicos las pueden provocar irritaciones. Y, al igual que sucede con nuestra piel después de una exposición al sol, hay que cuidarla con mimo. Para ello es conveniente el uso de productos hidratantes que ayuden a restaurar la piel.