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En España, más de un 74 por ciento de la población ha padecido o padece algún tipo de cefalea primaria, siendo más común en mujeres (79%) que en hombres (69%), mientras que un 4 por ciento de la población sufre la cronificación de la misma, es decir, padece dolor de cabeza más de 15 días al mes, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, el doctor Pablo Irimia, recuerda que "aunque existen más de 200 tipos de cefaleas, la cefalea tensional (con una prevalencia superior al 60 por ciento en la población) y la migraña (con un 15 por ciento), son los tipos de cefalea más habituales".
"Y son precisamente estos dos tipos de cabeza, junto con la cefalea en racimos, los que aglutinan el mayor porcentaje de pacientes que padecen una cefalea crónica", explica.
Asimismo, desde la organización se insta a recordar que padecer cualquier tipo de cefalea no es padecer un simple dolor de cabeza. El dolor de cabeza que producen ciertos tipos de cefaleas puede ser de una gran intensidad y las crisis pueden producir una limitación en la actividad de quien las sufre, tanto en aspectos físicos, emocionales y sociales, como con la familia y trabajo.
En este sentido, los datos recogidos por la SEN revelan que el 78 por ciento de los pacientes con cefalea en racimos padecen restricciones importantes en su vida diaria, de los cuales hasta un 44 por ciento lo asocia a la depresión, y más del 50 por ciento de las personas que padecen migraña presentan un grado de discapacidad grave o muy grave.
Además, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la segunda causa de discapacidad en el mundo y la primera entre personas de entre 15 y 49 años.
Factores genéticos y modificables
Existen diversos factores de riesgo para padecer una cefalea primaria. Algunos de ellos no son modificables, como puede ser la edad, ser mujer o la predisposición genética.
No obstante, desde la SEN detallan que existen otros factores modificables que, evitándolos o controlándolos, podrían reducir la aparición de las crisis, como puede ser la obesidad, el estrés, la depresión o padecer algún trastorno del sueño, como la apnea del sueño.
Además, detrás de las principales causas de cronificación de una cefalea se encuentran dos factores que también pueden ser modificables: la falta de diagnóstico y la automedicación.
En esta línea, la organización estima que más de un 40 por ciento de los pacientes que sufren dolor de cabeza de forma habitual está aún sin diagnosticar y que alrededor del 50 por ciento de los pacientes con cefalea se automedica con analgésicos sin receta.
"Todo el mundo puede tener un dolor de cabeza puntual, pero cuando éste deja de ser esporádico, cuando el dolor interfiere en nuestras actividades diarias, es el momento de acudir al médico", señala el doctor Pablo Irimia.
"No todos los dolores de cabeza se tratan igual, por lo que es fundamental identificar correctamente el tipo de dolor de cabeza que padecemos y, sobre todo, intentar que no aumente la frecuencia de las crisis y que nuestra cefalea se cronifique, porque sin diagnóstico y sin tratamiento, no solo limitaremos cada vez más nuestra calidad de vida, sino que será cada vez más complicado que respondamos adecuadamente a los tratamientos", concluye el experto.