¿Cuándo hay que hacerse una prueba para detectar el cáncer colorrectal?

Una detección precoz es fundamental en ciertos tipos de cáncer, como puede ser el colorrectal. Este tipo de cáncer puede ser diagnosticado precozmente antes de que la persona note algún síntoma. Pero ¿cuándo debo hacerme las pruebas? A continuación, te damos los detalles.

Las personas que tengan entre 50 y 75 años es importante que se realicen las pruebas de detección del cáncer de colon y de recto (cáncer colorrectal) con regularidad, ya que de ese modo podemos prevenirlo o detectarlo a tiempo y facilitar su tratamiento. Al realizar estas pruebas podemos detectar lesiones premalignas o pólipos que en un futuro pudieran malignizarse.

En el caso de que en tu familia haya existido algún caso de cáncer de colon y de recto, es posible que tu médico te indique la necesidad de hacerte las pruebas antes de los 50 años.

Aquellas personas que por antecedentes familiares u otros motivos tengan más predisposición a desarrollar un cáncer de este tipo deberán realizarse la prueba con mayor frecuencia.

Se estima que cerca del 90% de los cánceres de colon y recto podrían ser curados si se detectasen de modo precoz.

Existen diferentes tipos de pruebas para detectar el cáncer colorrectal:  

• Heces fecales: se trata de una de las pruebas menos invasivas y fáciles, pero necesita realizarse con más frecuencia. Una de las pruebas a partir de las heces es el test de sangre oculta en heces (TSOH). En el caso de la presencia de sangre será necesario realizar una colonoscopia para detectar el origen del sangrado. El objetivo de este tipo de pruebas es detectar y extirpar los pólipos precancerosos que pueda haber para prevenir el desarrollo de tumores malignos. Este tipo de prueba debe realizarse cada dos años. Se trata de una prueba disponible en todas las Comunidades Autónomas que asegura el derecho de la población a esta medida de prevención.
• Visual: otra prueba es la realización de una colonoscopia. Con esta prueba se puede observar la estructura del colon y el recto para detectar cualquier área anormal. Normalmente se realiza con un endoscopio. Esta prueba debe realizarse en un hospital bajo sedación.
• Tacto rectal: es el médico el que introduce suavemente el dedo a través del ano y explora la zona, palpando las posibles alteraciones existentes en las paredes del recto.
• Biopsia: consiste en la extracción de una pequeña muestra en el caso de que se observe alguna lesión sospechosa.