Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorSábado 29 de agosto de 2020
ACTUALIZADO : Sábado 29 de agosto de 2020 a las 17:43 H
4 minutos
Cuchilla, cera, máquina eléctrica o láser. Las opciones para conseguir una piel sin vello son cada vez más variadas, y con el tiempo más sofisticadas. Aun así, el impacto sobre la piel no desaparece del todo y es que tras estas sesiones de belleza la dermis suele quedarse más reseca, irritada o enrojecida. Unas molestias que podrán aumentar si las zonas de depilación suelen ser el rostro, las ingles o las axilas.
El cuidado una vez que se ha terminado la depilación es fundamental para que la piel se recupere cuanto antes y evite estas consecuencias. Por eso para cada depilación que hayamos elegido habrá que seguir unos cuidados. Éstos son los más recomendados:
Nos referimos tanto a la cuchilla como a las cremas depilatorias con las que se cortan el vello de forma superficial. Se trata de la técnica más rápida, pero que ofrece resultados a menor corto plazo.
En el caso de que usemos la cuchilla, intentaremos usar gel o espuma de afeitar para ayudar a que el deslizamiento sea mejor.
Con las cremas depilatorias la complicación son sus componentes químicos que pueden resultar irritantes, por lo que es importante no sobrepasar el tiempo de aplicación para evitar una agresión prolongada a la piel.
Una vez que se ha terminado habrá que limpiar la piel con agua y secarse de forma suave sin frotar, tras lo cual hidrataremos la dermis un par de veces al día para que no se reseque.
En este caso el vello se elimina de forma completa, desde la raíz. Es por ello que habrá que cuidar aún más la dermis.
La mayoría de kits de depilación a cera cuentan con una toallita post-depilación, además de que podemos aliviar las molestias con agua fría o aplicando unos paños fríos. Si preferimos podremos usar un gel de aloe vera, aceite de almendras o crema con manteca de karité para calmar las posibles irritaciones.
Esta técnica de depilación también arranca el bulbo. Al quitar el vello uno a uno y de raíz, la piel puede quedar algo dolorida e irritada. Es por ello que al igual que la cera, se recomienda pasar agua fría por la zona para aliviar la irritación; además de utilizar los aceites y geles antes mencionados.
Es el método más eficaz y duradero, por no decir el definitivo. Sin embargo, tanto el láser como la luz pulsada intensa (IPL), producen pequeñas lesiones en el folículo piloso ya que lo destruyen.
Tras las sesiones la piel queda algo dolorida y sensibilizada, por lo que hay que darle cuidados extra basados en una reparación profunda: aplicar gel de áloe vera o aceite de argán, 3 veces al día durante 3 días; no tomar el sol durante una semana, evitar los baños calientes y la ropa ajustada y no usar maquillaje en la zona depilada.
Tener una piel bonita y sin vello ya no es un problema, pero mantenerla así requiere de cuidados diarios. Préstale atención para poder lucirla sin problemas.