Victoria Herrero
Cuídate
Combate el estrés con estas cuatro prácticas beneficiosas para la mente
Hacer algo de deporte o estar en contacto con la naturaleza son algunas de las recomendaciones
Respira. Quizá sea la palabra que más nos repetimos cuando estamos en una situación de nervios o el estrés nos desborda. No podemos controlar lo que sentimos ni que, en ocasiones, nos sintamos abrumados por ciertos problemas o acontecimientos. Por ello, es importante reconocer esos estados de ansiedad y tomárnoslo en calma para que todo vuelva a su sitio.
Así, te mostramos unas sencillas actividades y ejercicios fáciles de hacer para combatir y eliminar ese estrés.
Ejercicio, un potente remedio anti-estrés
Como apuntan desde la Fundación Española del Corazón, la práctica de ejercicio moderado de forma habitual, además de los ya consabidos beneficios, nos puede ayudar a la hora de calmar y relajar nuestra mente. De este modo, aseguran, podemos favorecer y lograr un mayor control emocional, estar más tranquilos y afrontar los problemas de una forma más sosegada.
"Uno de los efectos que más ayudan a que el ejercicio controle el estrés, es su actividad sobre el sistema nervioso. El ejercicio físico hace que los receptores sobre los que actúa la adrenalina sean más sensibles a estas moléculas. Es decir, que con menor cantidad de adrenalina se produzca un mismo efecto. De este modo, los niveles de adrenalina circulantes son cada vez menores influyendo no solo en el estrés, sino también en factores de riesgo como la hipertensión arterial", recuerdan desde esta fundación.
Aprende a regular tu respiración
Ante un momento de tensión, párate unos instantes, cierra los ojos y empieza a acompasar tu respiración de una forma lenta y pausada. Así pues, toma aire por la nariz lo más profundamente que puedas –mejorarás con una práctica habitual– y, a continuación, exhala por la boca lentamente todo el aire que has retenido anteriormente. Repite las veces que sea necesario hasta que se pase esa situación de agobio y te encuentres mucho mejor.
Relaja tu mente
Junto con la respiración, concedernos unos minutos para no pensar y relajar la mente es otra de las acciones beneficiosas que puedes hacer para eliminar ese estrés. Busca un lugar cómodo y tranquilo en tu casa, preferiblemente, y cierra los ojos. Primero relajaremos la mente para, posteriormente, ir descansando todo el cuerpo.
Tienes la posibilidad de acompañar esta relajación con sencillos movimientos de brazos o moviendo de un lado a otro nuestra cabeza para relajar las tensiones que muchas veces se acumulan en nuestras cervicales. Puede ser una buena idea poner algo de música tranquila para ayudarnos en esos instantes.
Disfruta de un paseo en plena naturaleza
La naturaleza nos reconcilia con uno mismo y no hay nada como un tranquilo paseo por el campo para ver las cosas de otra manera y alejar los nubarrones negros de nuestra mente. Aprovecha las últimas horas del día para disfrutar del atardecer y estirar un poco las piernas. La vuelta a casa será mucho más placentera tras esta relajante actividad.