Mariola Báez
Cuídate
Los múltiples beneficios de la lavanda que quizá no conoces
Algunos estudios apuntan a que el aceite esencial de esta planta podría aliviar el dolor neuropático
La lavanda es un arbusto muy común, especialmente en los países de clima mediterráneo, que se caracteriza por sus hojas de color verde grisáceo y sus flores espigadas de tonos malvas y azulados. Además de la belleza que supone contemplar un campo de plantas de lavanda, como los que puedes encontrar, por ejemplo, en la Provenza francesa, sus propiedades aromáticas se conocen desde la antigüedad y su aceite esencial se ha utilizado para la elaboración de perfumes, aguas de colonia y ungüentos de todo tipo.
Propiedades de la lavanda beneficiosas para la salud
Además de su agradable fragancia, la lavanda no solo se emplea con fines cosméticos. Las propiedades de esta planta hacen que también sea valorada por los beneficios que puede aportar a la salud, especialmente a la hora de aliviar problemas de ansiedad y estrés. Unas gotas de su aceite esencial diluidas en un relajante baño ayudan a eliminar tensiones, favoreciendo la distensión de cualquier contractura o agarrotamiento muscular.
Por su capacidad sedante, es también una de las plantas más utilizadas en aromaterapia, sobre todo en tratamientos que buscan actuar sobre el sistema nervioso para devolverle su equilibrio. A la lavanda también se le atribuyen propiedades antisépticas y antibacterianas, por eso no es extraño encontrarla como ingrediente en cremas emolientes que protegen la piel o cuyo objetivo es mejorar la cicatrización de las heridas o las quemaduras.
Además de todas estas cualidades, distintos estudios, recogidos por la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT), apuntan a la posibilidad de que el aceite esencial de lavanda pueda tener alguna aplicación terapéutica frente a distintos tipos de procesos dolorosos como los que causa el dolor neuropático que, como explican los especialistas de Tu Vida Sin Dolor (@tuvidasindolor), es una patología crónica que aparece por una lesión o un funcionamiento anómalo del sistema nervioso.
En este sentido, la lavanda ha sido durante años un ingrediente importante en multitud de remedios caseros para aliviar las migrañas o mejorar la congestión nasal, añadiéndola en forma de gotas a un baño de vapor, por ejemplo. También ha sido frecuente su uso en infusiones con las que hacer emplastos para dolores de lumbago o artritis. Tal vez, muchas de las propiedades beneficiosas de esta bonita planta se acaben confirmando en investigaciones futuras.