Blefaroplastia o cirugía de párpados, ¿en qué consiste?

¿Tienes bolsas bajo los ojos y no sabes cómo eliminarlas? Si esto es lo que quieres, dentro de la cirugía plástica existe una técnica para acabar con ellas: la blefaroplastia o cirugía de párpados. Según datos de 2018, aportados por la Sociedad Española de Cirugía, Plástica, Estética y Reparadora (Secpre), la blefaroplastia es la tercera cirugía estética más demandada en general y la primera en la franja de edad entre los 55 y 60 años.

Qué es la blefaroplastia

La blefaroplastia es una cirugía que tiene como principal objetivo la eliminación de las bolsas de grasa que surgen bajo los ojos. También corrige arrugas finas de la zona, flacidez de la piel o los párpados superiores caídos. Se puede combinar además con otras técnicas de cirugía estética como el lifting facial.  No es una técnica que elimine las patas de gallo o las arrugas muy marcadas, explican en la Secpre. Tampoco aborda las ojeras.

Por qué se forman bolsas bajo los ojos

Con los años, la piel situada bajo los párpados comienza a deteriorarse, los músculos de la zona se debilitan y en algunas personas comienza a acumularse unas bolsas de grasa debajo de los ojos. Este trastorno hace que nuestra mirada se torne más cansada, de modo que da una apariencia más envejecida a nuestro rostro.

Quiénes pueden someterse a una cirugía de párpados

Realmente no existe una edad específica a partir de la cual someterse una blefaroplastia, aunque lo más común es practicarla a partir de los 30 o 35 años. Por otro lado, es importante saber que ante esta operación presentan más riesgos quienes tengan problemas de tiroides, enfermedades cardiovasculares, hipertensión o diabetes, y deben comunicarlo al médico. De igual modo, hay que informar al cirujano de si tenemos algún trastorno ocular como lagrimeo insuficiente, glaucoma o desprendimiento de retina.

La cirugía y el postoperatorio

La cirugía de párpados se debe realizar por un cirujano plástico experto y siempre en un centro hospitalario. Se suele practicar con anestesia local y sedación, aunque en ocasiones se puede recurrir a la anestesia general. Normalmente dura unas tres horas, y como toda intervención quirúrgica conlleva unos riesgos de los que nos tiene que informar el médico.

El postoperatorio incluye una serie de cuidados específicos. Así, hay que permanecer unos días con la cabeza elevada y ponerse unas compresas frías en los ojos para prevenir hematomas o inflamaciones. Los puntos se suelen quitar a la semana y debemos seguir los consejos que nos den para lavarnos los ojos y el uso de colirios.

Desde la Secpre indican que en la mayor parte de los casos se puede leer o ver la televisión en dos o tres días y volver a la rutina en unos diez días.

Los resultados pueden tardar en manifestarse más o menos dependiendo de las características individuales, pero una vez que ha concluido todo el proceso recuperación, estos son satisfactorios porque el rostro aparece rejuvenecido, según aseguran los expertos.