Teresa Rey
Cuídate
Cómo prevenir y cuidar los talones secos y agrietados
Hidratar la zona y usar siempre un calzado adecuado, entre las medidas preventivas para evitarlos
Los talones soportan una parte importante del peso corporal dentro del conjunto del pie. Además, la piel de esta zona es mucho más gruesa –en general, la de toda esta parte–, y esto implica que necesite unos cuidados de hidratación específicos. En el caso del talón, hay que tener en cuenta la fricción a la que se somete diariamente. Todas estas características en su conjunto favorecen la aparición de grietas o descamación en la zona si no le prestamos la debida atención. También influye el tipo de calzado que utilicemos y otra serie de hábitos de cuidado.
¿Por qué aparecen las grietas?
Cuando el talón está muy seco se engrosa, la piel que lo recubre empieza a perder elasticidad y presenta descamación. Influye a su vez si estamos demasiado tiempo de pie, caminamos mucho o usamos calzado inapropiado, especialmente en verano, cuando solemos andar con sandalias que dejan al descubierto esta parte del pie.
En un principio, solo es un problema estético que puede tratarse con unos cuidados básicos. Pero ello no implica que dejemos de prestar atención a esta situación porque si las grietas van a más se puede correr el riesgo de una infección.
Este trastorno aparece principalmente por una falta de hidratación. Mientras solemos aplicarnos cremas en el cuerpo o la cara, los pies son los grandes olvidados. No somos conscientes de la importancia que tiene aplicarles crema diaria, precisamente para prevenir estas situaciones y otras, aseguran los podólogos.
El calzado es también un posible desencadenante de talones agrietados. Aparte de las sandalias, llevar en general zapatos que no se adapten a la forma del pie, demasiado estrechos o con tacones muy elevados, puede provocar que esta parte sufra más y que, por tanto, se deteriore antes.
Detrás de este problema puede haber otros factores desencadenantes como el sobrepeso, la diabetes, la quimioterapia, trastornos del tiroides, etcétera.
De qué forma se tratan
Para disminuir la sequedad de la zona es recomendable usar cremas hidratantes específicas. Los podólogos recomiendan productos con urea. Al mismo tiempo, existen apósitos que se colocan en el talón protegiéndolo y que disminuyen las molestias. Como complemento podemos usar piedra pómez o limas especiales que ayudan a restablecer la apariencia de la piel.
Si vemos necesario acudir al podólogo es otra opción más. Él iniciará un tratamiento para exfoliar y limar la zona, además de aplicarnos hidratación. Después nos indicará cómo debemos continuar los cuidados en casa.