Teresa Rey
Cuídate
Consejos para que los mayores potencien las endorfinas, las hormonas de la felicidad
Teresa Rey
Foto: Bigstock
Martes 12 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Jueves 23 de julio de 2020 a las 13:37 H
6 minutos
Estas proteínas se encargan de estimular las partes del cerebro que producen estímulos placenteros
Las hormonas de la felicidad hacen que nuestro estado anímico mejore debido a la liberación de una serie de sustancias en el cerebro. Estas se tienen que activar a través de nuestra materia gris y una vez sucede esto se experimenta bienestar. Estas hormonas son varias: endorfinas, seratonina, dopamina, oxitocina, epinefrina y melatonina. De entre todas, las endorfinas son las que se vinculan al placer y además estimularlas es bueno para la salud en general de los mayores, pues ayudan a fortalecer el sistema inmune o regular el dolor físico o emocional, entre otros aspectos positivos.
¿Por qué nos hacen felices?
Las endorfinas son cadenas de proteínas creadas por el propio organismo y se encargan de estimular las partes del cerebro que producen placer. A estas sustancias se las conoce también como opiáceos endógenos porque su composición es muy similar a la de los derivados del opio, como la heroína y la morfina. Estas hormonas se sintetizan en una parte del cerebro que a través de su secreción ayuda a mantener el equilibrio del organismo en distintos ámbitos.
Entre sus funciones se ha comprobado que regulan el dolor físico y emocional, inhibiendo sus respuestas; mientras que en las relaciones sexuales, incrementan el deseo. También inciden en el sistema inmunitario de forma positiva, en la regulación del apetito o la respiración, entre otros. Al mismo tiempo se ha demostrado que participan en la memoria y en la atención.
Si hay una carencia de estas hormonas se puede presentar depresión y ansiedad, lo que puede dificultar la superación de dificultades que surgen en la vida o la vivencia de traumas. También puede estimular el hecho de caer en sustancias que simulen su efecto, como ocurre con algunas drogas.
A lo largo del día podemos hacer infinidad de actividades para liberar endorfinas en nuestro cerebro. Más de las que imaginamos. Los mayores pueden poner en práctica todas y cada una de ellas, pues son accesibles a todo el mundo independientemente de su edad. Esto son algunos de los ejemplos.
Hacer ejercicio físico
Diverso estudios constatan que el deporte es una de las actividades más liberadoras de energía y a la vez de endorfinas. Los más recomendados para ellos son los cardiovasculares o aeróbicos, que requieren una mayor cantidad de esfuerzo al practicarlos. No obstante, si por ejemplo nos gusta bailar, puede ser también una excelente opción, pues combinamos una actividad cardio con otra que tiene muchas connotaciones placenteras ya que a la par estamos haciendo algo que nos gusta, lo que en ambos casos facilita la liberación de endorfinas.
Se trata por tanto de encontrar un ejercicio físico acorde con nuestras preferencias y estado de salud y tratar de ejecutarlo entre dos o tres veces a la semana. Con el deporte se reciben numerosas sensaciones positivas que nuestro organismo agradece de múltiples formas.
Reírse
Hacerlo con ganas, no forzadamente, libera también endorfinas, junto a otras hormonas. Así lo ratifican diversos estudios. Algunos aseveran que es buena para el corazón porque este se relaja y se ensancha cuando nos reímos. Tanto nos relaja que contribuye a que durmamos mejor. Hasta un estudio de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee (EE.UU.) ratificó que reírse durante 15 minutos al día favorecería la baja de peso.
La risoterapia es un modelo que nos enseña a gestionar esta emoción de forma eficaz y por lo tanto a producir endorfinas.
Relaciones sexuales
Estas hormonas están íntimamente ligadas con el placer, de modo que al tener relaciones sexuales se incrementan sus niveles, a cualquier edad. Por lo tanto, esta es una buena excusa para animarnos a practicar el sexo de forma sana. Endorfinas, oxitocinas y progesteronas son las tres sustancias que se liberan al tener un orgasmo.
El cariño
Hay personas que son más besuconas que otras, más cariñosas, en definitiva, que prodigan más caricias y abrazos. Pues quienes son así y quienes reciben estos afectos están de enhorabuena, pues todas estas muestras provocan la expulsión de feromonas que unidas a las endorfinas, desencadenan placer, bienestar y felicidad.
Relajación
Estar relajado implica encontrarse tranquilo y en paz. Aprender técnicas de relajación que nos ayuden a calmarnos es también bueno para las endorfinas, pues se producen muchas más cuando estamos de esta guisa. Si no sabemos ninguno de estos métodos podemos buscar un momento al día que nos confiera bienestar interior haciendo alguna actividad que nos guste como leer, escuchar música, dar un paseo rodeados de naturaleza… Cada uno debe encontrar lo que le proporciona armonía.
Tener objetivos alcanzables
Es bueno que en la vida nos planteemos objetivos, al margen de la edad que poseamos. Si tenemos más tiempo, puede ser el momento idóneo para emprender alguna actividad o afición que siempre nos llamó la atención. El caso es ir poniéndose pequeñas metas que al conseguirlas nos proporcionen satisfacción. Porque cuando logramos algo, por pequeño que sea, hacemos que las hormonas de la felicidad se disparen y aumentamos nuestras emociones positivas.