¿Cuándo debo acudir a un traumatólogo y cuándo a un fisioterapeuta?

Probablemente, ante un dolor muscular, un lumbago o una contractura, hayas tenido esta duda, ¿debería acudir a un fisioterapeuta o puede ayudarme mejor el traumatólogo? ¿Sabrías qué hacer en estos casos? Te explicamos cuáles son sus competencias y cómo pueden ayudarte.

¿Cuándo debo acudir a un traumatólogo y cuando a un fisioterapeuta?

“No son excluyentes, se puede acudir a ambos” nos cuenta Daniel Sanz, director de la clínica de Fisioterapia Fised en Madrid, y profesor en la Universidad Europea, que nos explica las diferencias entre estas dos disciplinas.

“Ante una dolencia no muy grave, se puede acudir al fisioterapeuta que hará una especie de filtro, realizará un diagnóstico de fisioterapia y si cree que no es de su ámbito lo derivará a otro profesional como el traumatólogo, que tendrá que hacer las pruebas pertinentes (radiografías, resonancias) para llegar a un diagnóstico de su lesión”. El fisioterapeuta, mediante su diagnóstico, “establecerá un tratamiento para restablecer alguna función que el paciente ha perdido como dolor, falta de movilidad, etc. con un tratamiento que podríamos denominar conservador”. El fisioterapeuta habitualmente trata sin medicación, a través de terapias manuales o apoyándose en otras como neuromodulación (estimulación con corriente eléctrica de baja intensidad) o acupuntura.

Ante un traumatismo importante, un accidente o si se sospecha de una lesión más grave, es importante acudir al servicio de urgencias traumatología, para descartar o diagnosticar otras lesiones. No nos olvidemos de que la traumatología es la rama de la medicina que se dedica al estudio de las lesiones del aparato locomotor, y es una especialidad médico quirúrgica: los médicos que la practican se llaman traumatólogos o cirujanos ortopédicos.

Reumatología

A la hora de decidir quién debe tratarnos, en la ecuación fisioterapeuta/traumatólogo no debemos olvidarnos de otra figura, la del médico reumatólogo. Según la Sociedad Española de Reumatología, esta “es la especialidad médica que se encarga de prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades músculoesqueléticas y autoinmunes sistémicas”, patologías que afectan a huesos, músculos y articulaciones, así como a los tejidos que los rodean, y que pueden producir dolor o inflamación.

Por tanto, si no se ha producido un accidente o hay sospecha de lesión importante debido a un traumatismo, un primer paso podría ser acudir al fisioterapeuta, que tratará de aliviar el dolor o recuperar la falta de movilidad, o derivará al especialista pertinente en caso de ser necesario.