Las curiosidades más sorprendentes sobre la piel (y que es interesante que conozcan los mayores)

A la pregunta de cuál es el órgano más grande, en extensión, de nuestro cuerpo igual no son muchos los que aciertan con la respuesta. Es la piel. Hablamos de 2 metros de cuadrados, en el caso de los adultos, y de unos 5 kilogramos de peso.

Una parte esencial de nuestro organismo que no solo lo recubre sino que cumple, entre otras importantes funciones, con la regulación del metabolismo, mantiene nuestra temperatura corporal o ayuda a que los rayos del sol incidan de forma más que saludable sobre nuestros huesos. 

Curiosidades de la piel

Estas son algunas de las curiosidades de nuestra piel que es preciso conocer, sobre todo en el caso de los mayores, para asegurar el correcto cuidado de una parte tan importante de nuestro cuerpo. No solo es que sea el órgano más extenso de nuestro organismo, sino que es uno de los más inteligentes, ya que tiene memoria. Por eso es esencial no maltratarla durante nuestra vida no sea que, al final, ese poco cuidado nos pase factura. Por ejemplo, cuando abusas del sol sin protección y tu piel empieza a ponerse roja y a quemarse lo que está sucediendo es que se están dañando las células epiteliales. Un cuidado que también se hace extensible a la higiene sin tenemos en cuenta que en este órgano hay más de 180 especies distintas de bacterias.

Una piel que se compone de 3 capas: la epidermis que es la externa, la dermis que es la más gruesa (y donde se localiza el colágeno) y la hipodermis donde se sitúa la grasa.

No te llevará a sorpresa descubrir que este órgano es mucho más fino en la zona del rostro, el lugar donde además se aprecia más ese paso de los años. Por ejemplo, la piel de los pies es de 5 milímetros mientras que en la cara no llega a los 0,2. Además, en el caso de las mujeres es mucho más suave que en los hombres debido a los estrógenos femeninos. 

Lo que es algo común en todas las partes de nuestro cuerpo es su capacidad de renovación ya que vamos "mudando" de piel a lo largo de nuestra vida cada mes, aproximadamente. Eso sí, con el paso del tiempo y a mayor edad que tengamos ese cambio de las células muertas se va frenando y no llega a las 50.000 que podemos "perder" en edades más jóvenes.