Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorCuando padecemos ansiedad y estrés de forma continuada, como sucede estos días que vivimos con incertidumbre la evolución del Covid-19, nuestro cuerpo libera histamina, que está relacionada con la respuesta alérgica. Junto a ella, se genera una mayor producción de adrenalina y cortisol, que producen desajustes hormonales y debilitan nuestro sistema inmunológico. Estas alteraciones hormonales descontrolan también la producción de grasa en la piel y generan desequilibrios que pueden provocar la aparición en el cuerpo de enrojecimientos, urticarias, herpes, dermatitis y psoriasis, unas alteraciones a las que debemos prestar toda nuestra atención.
-La psoriasis provoca que las células se acumulen rápidamente en la superficie de nuestra piel formando escamas y manchas rojas que causan comezón y, a veces, dolor.
-La dermatitis atópica es un trastorno que provoca el enrojecimiento de la piel y una picazón duradera, que suele irritarse periódicamente. Aunque es frecuente en niños, puede manifestarse a cualquier edad junto con asma o con rinitis alérgica.
-La dermatitis seborreica afecta, principalmente, al cuero cabelludo causando manchas escamosas, piel enrojecida y caspa persistente; pero también puede afectar el rostro, los lados de la nariz, las cejas, las orejas, los párpados y el pecho.
- La rosácea causa enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara, y también puede provocar pequeñas protuberancias rojas llenas de pus durante semanas o meses.
-La alopecia areata es la pérdida de pelo en zonas muy concretas del cuero cabelludo, en forma de pequeños círculos.
-El vitiligo causa la pérdida de color en zonas de la piel en cualquier parte del cuerpo, incluso en el cabello y el interior de la boca.
-El liquen plano es un trastorno inflamatorio que provoca protuberancias púrpuras y planas que pueden aparecer en grupos o en líneas.
-El herpes se caracteriza por un dolor o sensación de hormigueo en un área de un lado de la cara o el torso, seguido de una erupción con ampollas llenas de líquido.
Para prevenir que el estrés afecte a nuestra piel, debemos hidratarla muy bien y protegerla de agentes externos, como el sol o la contaminación. Además, ser conscientes de nuestro estado emocional e intentar relajar el sistema nervioso en el día a día nos será de gran ayuda para mantener una piel sana. Sin embargo, si ya ha aparecido alguno de estos síntomas en nuestra piel, procuraremos equilibrarla de nuevo, limpiándola mañana y noche, e hidratándola en profundidad con cuidados calmantes y regeneradores.
El estudio multicéntrico COVID Piel, en el que ha participado la Academia Española de Dermatología y Venereología, ha logrado clasificar las manifestaciones cutáneas que se han observado durante estas semanas en pacientes con Covid-19. El trabajo muestra que se pueden establecer cinco patrones de manifestaciones cutáneas: erupciones similares a sabañones en zonas acrales (19%); erupciones vesiculosas (9%); lesiones urticariformes (19%); erupciones máculo-pápulosas (47%) y livedo-reticularis o necrosis (6%).
Para los dermatólogos que han participado en el estudio no es sorprendente la aparición de estos síntomas ya que en muchos procesos víricos suelen desarrollarse manifestaciones cutáneas. Los virus afectan a la piel por distintos mecanismos en función del tipo de patógeno. A veces se da una infección directa de la piel y otras lo que ocurre es una afectación de la pared interna de los vasos, que genera también micro trombosis. Del mismo modo, puede producirse afectación indirecta, por la reacción inmunitaria que genera nuestro organismo contra el virus.
“Pero no hay que dejar de pensar que estas alteraciones en la piel se pueden dar por otros motivos como la reacción a alguno de los medicamentos que se han tomado para el Covid-19 o por el estrés y tensión que genera una pandemia como esta”, señala la Dra. Galván Casas, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Móstoles en Madrid, quien destaca que las personas que presenten sintomatología cutánea consulten con su centro de salud o dermatólogo para saber la gravedad del problema y si requiere de tratamiento.