Mariola Báez
Cuídate
¿Qué factores influyen en que el pecho se 'caiga' a medida que avanzan los años?
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Martes 29 de diciembre de 2020
ACTUALIZADO : Martes 29 de diciembre de 2020 a las 6:34 H
6 minutos
Descubre las medidas preventivas para mantener su firmeza y las posibles soluciones médico estéticas
El hecho de observar que el pecho va perdiendo su turgencia y tiende a “caerse” es algo absolutamente natural, intrínseco del propio envejecimiento, pero lo que en términos médicos se denomina ptosis mamaria, no se da con la misma intensidad en todas las mujeres y los hombres. ¿Cuál es la razón?
Hay que tener en cuenta que los senos son una parte de la anatomía que no cuenta con una musculatura propia. El pecho se sujeta por dos mecanismos: la acción de los músculos y los ligamentos pectorales, que sirven de sostén natural, y también por la piel mamaria que, irremediablemente, va perdiendo su elasticidad y firmeza en las edades avanzadas.
¿Qué agentes externos influyen en la laxitud del pecho?
Lo primero en lo que hay que insistir es en la necesidad de acudir a una consulta médica ante cualquier anomalía detectada en un seno, para descartar así cualquier posibilidad de que ese cambio apreciable sea un síntoma de cáncer de mama, tal y como recuerda la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es).
Hay que dejar claro que cuando el pecho se cae únicamente por el paso de los años, no presenta otras anomalías como pueden ser un pequeño bulto, irregularidades en la forma, áreas de especial dureza o sensación dolorosa. Unas mamas menos turgentes, por si mismas, no son signo de enfermedad alguna, sino del efecto de la propia gravedad que nos mantiene sujetos a la Tierra.
Si te preguntas porqué algunas mujeres tienen mayor tendencia a la caída del pecho, hay que indicar que la genética influye, pero también hay factores que pueden hacer que la ptosis mamaria sea más o menos acusada. Comprobar la progresiva caída de las mamas puede llegar a afectar a la autoestima y el estado de ánimo de algunos hombres y mujeres. Por eso, conviene recordar que, indipendientemente de la edad, siempre se puede hacer algo para intentar frenarla. Según los expertos, entre los factores que pueden favorecer (o incrementar) la caída del pecho destacan:
- Los embarazos y la lactancia, porque suponen cambios importantes en el volumen en el pecho, generando incluso la aparición de estrías. Ese "estiramiento" extra de la piel es una de las razones por las que, en algunas mujeres que han tenido varios hijos, los senos muestran un mayor desplazamiento y pérdida de turgencia.
- Los cambios bruscos y frecuentes de peso. Favorecen la caída por la misma razón, la variación de volumen. Es una de las múltiples razones por las que las dietas "milagro", en las que se pierde una cantidad importante de kilos en muy poco tiempo, son siempre desaconsejables, como señala la Fundación Española de Nutrición (@FENnutricion).
- Los cambios metabólicos tras la menopausia. La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (@_AEEM) recuerda que muchas mujeres en esta etapa experimentan un aumento de peso más o menos considerable. En cambio, otras mantienen su peso aunque su organismo comienza a experimentar una distribución de las grasas ingeridas distinta. En estos casos, el tejido adiposo suele incrementarse en la zona del abdomen y las caderas, pero no es extraño que también el nivel de grasa en el tejido mamario aumente y con él el peso de cada seno, algo que influiría en su caída.
- La ropa interior inadecuada (sujetadores), que no aporte la sujeción que el pecho necesita, especialmente durante la práctica deportiva, también podría considerarse un factor que favorece esta situación.
¿Qué medidas se pueden aplicar para mantener (y recuperar) la firmeza de los senos?
Aunque se trata de un proceso natural contra el que resulta muy difícil luchar, seguir una serie de sencillos consejos puede ayudar a tener mayor firmeza por más tiempo. El cuidado de la delicada piel de esta zona, con cremas específicas que mantengan la densidad de la dermis, es uno de los más efectivos. Cuanto más hidratada y “fuerte” esté la piel de las mamas, el riesgo de ptosis será menor.
El ejercicio es la otra gran baza para luchar contra la gravedad. Cualquier rutina en la que trabajes los músculos pectorales te ayudará a mantener el pecho en su sitio, haciendo que el descenso natural sea el mínimo posible. Hay que decir que nunca es tarde para empezar a realizar ejercicios concretos que, con un poco de tiempo y constancia, consigan un pecho más erguido.
Una postura correcta es básica para nuestra salud articular, pero también para no darle facilidades a la ley de la gravedad. Algo tan simple como caminar respetando la curvatura natural de la espalda, es decir, evitando andar encorvado, favorece la firmeza de los senos.
Además de estos pequeños trucos, existen distintos tratamientos médico-estéticos que pueden ser una solución en aquellos casos en los que tener el pecho caído supone un problema, afectando incluso de manera psicológica. Entre los más utilizados destaca la mastopexia, un procedimiento quirúrgico muy eficaz a la hora de elevar y mejorar la forma de las mamas caídas, destaca la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (@SECPREorg). Este organismo recuerda que, como cualquier otra intervención quirúrgica, ésta también entraña una serie de riesgos que deberá valorar el médico especialista, teniendo en cuenta su estado general de salud y su edad.