Mariola Báez
Cuídate
Lo que puede hacer la fangoterapia por la salud y el bienestar de las personas mayores
Con fines estéticos o terapéuticos, lodos y arcillas demuestran su eficacia en variados tratamientos
El uso de lodos con el objetivo de tratar distintas afecciones es una de las terapias naturales más antiguas que se conocen. Existe una amplia diversidad en este tipo de tratamientos y es importante diferenciar entre aquellos pensados, principalmente, para cuidar la piel, es decir, con fines estéticos y los que poseen, además, propiedades curativas.
Como explica la Asociación Nacional de Balnearios (@BalneariosAnbal), los lodos terapéuticos son aquellos que parten de un sustrato sólido, orgánico o mineral, que se mezcla con aguas minero–medicinales para incrementan su capacidad para hacer frente a distintas afecciones. Cuando el objetivo es aliviar el dolor que provocan los reumatismos de carácter inflamatorio o las contracturas, resultan especialmente recomendables.
Los tratamientos de fangoterapia y sus aplicaciones
Las terapias basadas en el uso de peloides (barros y arcillas) pueden aplicarse en centros de estética (o spas urbanos) o en balnearios. Los barros que se utilizan en balneoterapia proceden generalmente de sedimentos obtenidos de los cauces de los ríos y, según su composición, pueden ser ricos en distintos elemrnyod como sulfatos, carbonatos, calcio, silicio… Los tratamientos que se basan en este tipo de fangos tienen indicaciones terapéuticas para proporcionar alivio en patologias muy concretas, entre las que, la Sociedad Española de Hidrología Médica (@hidromedSEHM) destaca: los reumatismos crónicos, la rigidez articular y algunos tipos de neuralgias.
La efectividad de la fangoterapia se basa en la capacidad de los lodos para transmitir y conservar el calor, lo que los convierte en un elemento ideal para obtener todos los beneficios de la termoterapia.
Además de los peloides que llevan en su composición aguas minero-medicinales, la fangoterapia puede recurrir a otras variedades de arcillas, según los fines que se pretenda conseguir con cada tratamiento.
La arcilla verde resulta especialmente recomendable para limpiar y eliminar toxinas en una piel madura, aportando además luminosidad y tersura al rostro.
En ocasiones, las arcillas se mezclan con algas o plantas medicinales para lograr una acción combinada y más extensa. Algunos tratamientos de este tipo, con propiedades antiinflamatorias, están especialmente pensados para ayudar a reactivar la circulación periférica, pudiendo resultar eficaces en el tratamiento de varices y arañas vasculares, así como a la hora de mejorar la circulación de retorno y evitar los edemas que puede provocar la retención de líquidos.
En el campo de la estética, el aumento térmico que se produce con la aplicación de fangos y peloides, también ha demostrado su eficacia a la hora de combatir la grasa acumulada (celulitis), especialmente si se realiza mediante la técnica de envoltura (una vez extendido el barro se cubre la zona con un plástico o film para potenciar el efecto calor).
Recuerda que cualquier tratamiento con peloides termales (aguas minero medicinales) requiere consulta médica previa.