La hidratación corporal intensa para combatir la sequedad en la piel, clave tras el calor

Aunque empieza a quedarnos lejos, los efectos del verano en la dermis aún se notan y continuarán presentes si la piel no recibe la atención que precisa. El prurito o picor es uno de los síntomas más evidentes, pero también la descamación, las rojeces e incluso la presencia de manchas evidencian que las altas temperaturas, la exposición al sol y a agentes externos como la sal marina o el cloro de las piscinas, han hecho mella.

La Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv) insiste en la importancia de reparar los posibles daños que haya sufrido la piel, haciendo, además, una revisión detenida que pueda detectar cualquier posible alteración cutánea que siempre debe ser consultada debidamente con el dermatólogo.

Hidratación profunda que proporcione el nivel hídrico óptimo

Si notas tu piel extra seca tras la ducha, no te preocupes, es una situación frecuente, pasados los meses estivales, que tiene fácil solución. En la hidratación está la clave tanto para reparar los “daños”, como para ayudar a prevenir problemas futuros como la flacidez y el envejecimiento prematuro de la dermis.

Generalmente nos centramos en el rostro, pero también la hidratación corporal es una medida básica de salud y bienestar. Hay que recordar que a medida que la edad avanza la capacidad de la capa más externa de nuestra dermis (estrato córneo) para retener el agua en su interior va disminuyendo, al igual que la propia cantidad de contenido acuoso presente en las capas más profundas. Una crema que incluya en su composición activos hidratantes debe formar parte de la rutina diaria de cuidado y belleza, especialmente en estos meses de otoño.

Aunque el tipo de producto específico va a depender de las características y estado de cada tipo de piel, en general los más aconsejables son aquellos que se presentan en forma de emulsiones de fácil aplicación, bien en textura acuosa o bien oleosa, la más aconsejable para casos de sequedad extrema. Vitaminas C y E, ácido hialurónico, parafina, coenzimas como la Q10, aceites esenciales... son algunos de los ingredientes habituales en este tipo de productos esenciales tras el verano.

Además, también tienes distintos tratamientos estéticos de hidratación corporal, entre los que hay que destacar, por su efectividad, aquellos basados en envolturas con arcillas, peloides y derivados de algas marinas, que conviene aplicar tras una exfoliación corporal que favorezca la óptima absorción de sus principios activos.