Mareos en personas mayores, ¿cuáles son las causas principales que los provocan?

Sentir un mareo o leve desvanecimiento es una sensación desagradable en la que todo nos da vueltas, nos sentimos desorientados, confusos e incluso podemos llegar a perder el equilibrio y caernos. Por tanto, si esta situación se da en el caso de una persona mayor de forma frecuente o tiene un carácter preocupante, como explican desde Sanitas (@sanitas_atiende), es conveniente que acuda al médico para que le haga un diagnóstico que determine las posibles causas, así como tratamientos recomendados en cada caso. 

Posibles causas de mareo

Una vez en la consulta médica, el profesional determinará, por una serie de pruebas y preguntas al paciente, las causas concretas que han llevado a ese desvanecimiento o confusión momentánea. Interrogantes sobre el momento en el que se produjo dicho mareo, la intensidad y duración del mismo, si se ha repetido en los últimos días u horas, qué se encontraba haciendo en el momento de sufrir el mareo o posibles enfermedades o antecedentes familiares que puedan arrojar algo de luz sobre las causas de ese malestar.  

Un diagnóstico que se complementará con diversas pruebas como una exploración visual, toma de la tensión arterial, análisis de sangre o incluso un examen neurológico si el médico lo considera oportuno. De esta manera, el especialista podrá determinar las causas de un mareo, que no son pocas. Unos desencadenantes que se producen, en la mayoría de las ocasiones, por:

• Enfermedades relacionadas con la visión o el oído. En este último caso se pueden sentir vértigos y una afectación al equilibrio. 
• Fallos en el sistema circulatorio como consecuencia de una disminución del bombeo de sangre.
• Fallos en el sistema nervioso.
• Posibles efectos secundarios tras la toma de un fármaco o como consecuencia de un tratamiento médico.
• Una lesión en las cervicales o columbra vertebral que pueda desencadenar en esos mareos.

¿Qué tratamientos se aplican?

Como es de esperar, el tratamiento que reciba cada paciente dependerá del origen de dicho mareo. Sin embargo, se pueden llevar a cabo una serie de pautas, a modo preventivo, para evitar dichos desvanecimientos. 

• En el caso de que los mareos sean debidos a un tratamiento farmacológico, el médico determinará la causa, cambiará la dosis o bien, sustituirá dicho medicamento por otro que no tenga este tipo de efecto secundario. 
• A la hora de incorporarnos de una posición tumbada a sentado o de pie debemos hacerlo de forma lenta y progresiva, evitando los movimientos bruscos y rápidos.
• Si el problema deriva de una disminución del bombeo de sangre, una buena medida preventiva puede ser llevar medias compresoras que faciliten esa circulación. 
• Llevar un buen control de nuestra presión arterial, así como una correcta hidratación y una alimentación adecuada y suficiente.