Victoria Herrero
Cuídate
Miedos comunes en las personas mayores antes de una cirugía
Con una actitud positiva, tu cuerpo se enfrentará mejor a la intervención y posterior rehabilitación
A nadie le gusta entrar en un quirófano. Y pese a que los médicos nos repitan una y otra vez que todo va a salir bien, uno no puede evitar ciertos temores antes de esa operación quirúrgica; sobre todo cuando se trata de personas mayores. ¿Habrá algún problema durante la intervención? ¿La anestesia dará complicaciones? ¿El equipo médico es de confianza?
Además de la sesión informativa previa acerca de las características de la operación y la valoración anestésica del paciente, en esa entrevista con el servicio médico es importante dedicar un apartado a eliminar el estrés o la ansiedad que pueda sentir antes de enfrentarse a una intervención. Si se logra que esa persona acuda con una buena actitud, esto revertirá de forma satisfactoria en su sistema, que combatirá de forma más adecuada la operación y favorecerá la recuperación.
El miedo a la anestesia
Hoy en día, debemos desterrar ese temor a la anestesia. Durante la operación, los profesionales sanitarios mantienen un control exhaustivo (pulso, tensión arterial, oxígeno, respiración, corazón...) de la persona que está siendo intervenida. Ante cualquier señal de alarma, actúan para evitar mayores complicaciones. Eso sí, siempre hay un riesgo que el médico debe recordar de forma previa al paciente, sobre todo cuando se trata de una persona mayor con un estado fisiológico deteriorado o patologías asociadas que puedan complicarse.
Si te vas a enfrentar a una operación quirúrgica, nada de tomar por cuenta propia calmantes o relajantes para dormir la noche anterior o llegar más tranquilo a la mesa de operaciones. Es un acto poco responsable que el anestesista debe conocer para evitar males indeseados.
¿Y si no sale bien?
Pese a que estarás en buenas manos, la medicina no es una ciencia cierta. Sin embargo, es importante tener plena confianza en el equipo médico. Ellos sabrán qué hacer en todo momento. Por eso, todas las dudas o temores que puedas sentir antes de la operación es importante que se las traslades para que te puedan tranquilizar.
Así, ellos te comentarán en qué consiste la operación, la duración estimada, los posibles riesgos, si se trata de una acción rutinaria sencilla o las primeras sensaciones que experimentarás una vez despiertes de la anestesia. Ahí entran nuevos miedos: los primeros dolores que uno pueda sentir tras la operación o que la rehabilitación se alargue más de lo que uno espera. En este caso, lo mejor es tener paciencia, buena actitud y seguir todas la pautas marcadas por los médicos.
Consejos para evitar llegar a la operación con nervios
Los especialistas te darán una serie de recomendaciones para que el día de la intervención no te invada el miedo. Así, en la medida de lo posible, intenta descansar y dormir la noche anterior y ni se te ocurra fumar, comer o beber antes de la operación. Y, sobre todo, mantén una actitud serena.