Teresa Rey
Cuídate
Cómo proteger el pelo de los mayores de la contaminación y de otros factores externos
Un estudio asegura que algunas partículas contaminantes pueden influir en la caída del cabello
El pelo, al igual que el resto de la piel, requiere de una serie de cuidados específicos, que incluyen protegerlo de las agresiones externas. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la genética, una mala alimentación o el estrés son los principales factores que influyen en su caída, pero ahora un nuevo estudio ha de mostrado que la contaminación también podría contribuir.
Un estudio revelador
Un grupo de investigadores del Future Science Research Center en la República de Corea ha concluido que las PM10, un grupo de contaminantes atmosféricos, así como las partículas diésel, están relacionadas con la caída del cabello en seres humanos.
Para comprobarlo se expusieron células del cuero cabelludo a estos agentes, en concreto en la base de los folículos pilosos, y tras 24 horas descubrieron que se disminuyeron los niveles de beta-catenina, una proteína responsable del crecimiento del cabello y de la morfogénesis.
De igual modo, otras proteínas que se relacionan con el crecimiento del pelo y su buen estado, como ciclina D1, ciclina E y CDK2, disminuyeron pero en función de la dosis. De modo, que cuanto mayor es el nivel de exposición a la contaminación más decrecen estas proteínas.
Las PM10 son sustancias relacionadas con afecciones cardiacas y pulmonares, problemas respiratorios y cáncer de pulmón. Se obtienen de la quema de combustibles fósiles como la gasolina, el diésel o también del carbón, el petróleo o la biomasa, y de actividades industriales derivadas de la minería o de la construcción de cemento y otros materiales.
El investigador principal del estudio, Hyuk Chul Kwon, asegura que si bien hay un vínculo claro entre la contaminación y algunas enfermedades como la EPOC, el cáncer y enfermedades cardiovasculares, apenas hay análisis científicos sobre la relación de esta con la piel o el cabello. “Nuestra investigación explica el modo de acción de contaminantes del aire en las células de la papila dérmica del folículo humano, que muestran cómo los contaminantes del aire más comunes conducen a la pérdida de cabello”, aclara el científico.
Así pues, si la contaminación puede ser otro motivo de la causa de pérdida del cabello en mayores, es necesario que lo tengan en cuenta en sus hábitos de cuidado. Hasta ahora lo que sí se sabía es que un aire contaminado daña las escamas de la capa protectora del cuero cabelludo y perjudica a las cutículas, alterando las escamas que la configuran. Todo esto unido da como resultado un cabello más quebradizo, opaco, decolorado y con las puntas abiertas.
Lo cierto es que el pelo se cae de forma natural porque se renueva. Este es un proceso que no debe alarmarnos, aunque por otra parte los dermatólogos aseveran que el cambio climático está influyendo incluso también en este ciclo.
Normalmente el pelo se muere en la estación primaveral, pero hasta que se cae tarda unos tres meses. Esto sucede porque el pelo nuevo que quiere nacer empuja al que tiene encima, que con el tiempo se caerá, pero es un proceso lento. Sin embargo, a consecuencia del cambio climático y de la subida de las temperaturas, esta renovación que antes solía darse en los meses de otoño, está empezando a adelantarse a agosto o septiembre.
Elementos externos
La humedad, los cambios de temperatura, el frío, el calor… todos ellos alteran el aspecto de nuestra melena. Con el frío la dilatación de los vasos sanguíneos es menor de modo que los poros del cuero cabelludo se cierran, lo que favorece que se resequen y aumenta la posibilidad de que aparezca enrojecimiento y descamación.
El viento posibilita los enredos, y a su vez abre la cutícula y propicia que se reseque ya que empuja a que partículas diversas suspensas en el aire lo ensucien. Por otro lado, la calefacción agrede la estructura capilar, tornándola más porosa y quitándole brillo.
Consejos para su protección y falsos mitos
Por lo tanto, al igual que ocurre con la piel, los factores externos inciden de una u otra forma en nuestro pelo, ¿qué podemos hacer para cuidarlo adecuadamente antes estos fenómenos?
Los expertos aconsejan que cuidemos nuestra alimentación, pues hay una estrecha relación entre la salud capilar y lo que comemos. Así pues debemos incorporar antioxidantes que nos protegen de los radicales libres, los cuales según han demostrado distintos estudios alteran el ciclo normal del pelo. Estos se encuentran en los frutos secos, la carne, el pescado, las espinacas, la col, la coliflor y los frutos rojos, entre otros muchos.
La vitamina B5 es considerada como “la vitamina del crecimiento del cabello”, ya que está vinculada a la regeneración del folículo piloso. Se encuentra en los cereales integrales, la levadura de cerveza, hígado de ternera y pollo o en huevos y nueces.
La vitamina H, la B6 y los ácidos grasos omega 3 y omega 6 son igual de beneficiosos para el aspecto capilar. Se encuentran en gran variad de alimentos como carnes, pescados azules y frutos secos.
Otros cuidados que debemos procurar al cabello para protegerlo de la contaminación y de los agentes externos consisten en tener buenos hábitos de higiene. Se puede lavar todos los días siempre que se use un champú adecuado. Lo ideal es secarlo de forma natural, pero si usamos secador que sea siempre a temperatura baja y con una gran difusión.
De igual modo, es importante aclarar algunos falsos mitos. Pensar que con el corte de pelo supone que crezca más fuerte es una creencia equivocada. Tampoco influye en su caída el cepillado, y podemos usar sin temor gominas o fijadores en cualquier época del año pues no favorece esta pérdida.