María Martínez Denia
Cuídate
Xerosis, la alteración que se agrava con el calor y afecta más a las mujeres mayores
Es importante prestar atención a los síntomas para evitar que desencadene el problema en dermatitis
La piel seca es bastante habitual para muchas personas, y a priori no supone un gran problema, hasta que la dermis posee una deshidratación excesiva y las personas padecen xerosis. Este no es un problema cutáneo excesivamente grave, pero sí que resulta molesto porque puede ocasionar daños importantes en la piel como sequedad, rigidez, pico o escamas.
Ahora que estamos en verano y padecemos altas temperaturas, debido al calor la piel se reseca aún más y la xerosis se agrava. Aunque las condiciones climáticas del invierno, también afectan con el descenso de temperaturas y los niveles de humedad. A pesar de que esta patología puede afectar a cualquier persona independientemente de su edad o sexo, lo cierto es que la mayoría de los casos se dan en las personas mayores y en mujeres.
La xerosis aparece de dos formas diferentes, de manera fisiológica o patológica. De forma fisiológica afecta a la población mayor, debido a que su piel es más fina y frágil, y con los años va perdiendo la capa protectora de grasa. El apartado patológico, deriva principalmente por enfermedades tales como la diabetes o el hipotiroidismo.
"En el caso de las personas mayores, es imprescindible prestar atención a los síntomas. Aunque al principio este problema se manifiesta con la disminución de la hidratación de la piel, si no se atiende puede desencadenar una dermatitis", advierte el doctor David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Consejos para prevenir la deshidratación de la piel
- Protección solar siempre. Tanto como si hace un día soleado como si está nublado, es imprescindible proteger la piel de la radiación solar con cremas que tengan un factor de protección de más del 50. Los expertos recomiendan renovar la crema solar cada hora para garantizar la máxima eficacia posible. Además, la exposición prolongada a los rayos ultravioleta provoca que se evapore el agua de la piel con mayor rapidez, esta derive a sequedad.
- Realizar una rutina de hidratación. Para una correcta hidratación corporal es esencial utilizar cremas hidratantes con un alto contenido en lípidos. De esta manera se va a crear una barrera para sellar la piel, evitando así la evaporación y el acceso de sustancias nocivas del exterior.
- Reducir el tiempo de baño o ducha. Utilizar agua muy caliente, así como ducharse o bañarse durante demasiado tiempo, pueden agredir la piel y dañar su película protectora. La duración de ducha ideal tiende a 5 minutos. En cuanto a la temperatura del agua, lo mejor es utilizar agua tibia. A la hora de secar la piel, una buena opción puede ser hacerlo con una toalla y a toques, sin frotar ni rasgar.
- Elegir el jabón adecuado. Es recomendable utilizar jabones sin detergentes y con un PH fisiológico cercano al de la piel, es decir, de alrededor de 5,5. Esto va a contribuir a minimizar el riesgo de irritación de la piel.
- Comer sano y beber agua. Hidratar también el interior es fundamental para mantener un equilibrio y proveer de salud a la dermis. En este sentido, los alimentos como las frutas y las verduras aportan esta hidratación, al igual que cumplir con la importante recomendación de beber cerca de 1,5 litros de agua al día.