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Conoce algunos de los datos más curiosos sobre la saliva

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Miércoles 4 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Miércoles 19 de mayo de 2021 a las 13:15 H

5 minutos

Este fluido de la boca ayuda a la digestión, evita el mal aliento y puede prevenir los infartos

Conoce algunos de los datos más curiosos sobre la saliva
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Miércoles 4 de marzo de 2020

5 minutos

Quizá nunca te hayas parado a pensar detenidamente en este elemento esencial de tu boca, que esconde algunas peculiaridades desconocidas y relacionadas con la salud. La saliva es un fluido formado por una reacción alcalina compleja que se produce por las glándulas salivales de la cavidad bucal y que actúa en primera instancia a la hora de llevarse a cabo la digestión. Puede que esta sea la función más conocida de la saliva, pero también reúne otros muchos datos curiosos que descubrirás a continuación.

Una gran cantidad de saliva que ayuda a la salud

De media, la boca produce entre un litro y un litro y medio de este líquido de forma diaria. Más o menos sería la misma cantidad que lo que pierde el cuerpo en orina al cabo del día. Una producción que se intensifica cuando estás comiendo y reduce su nivel durante el descanso nocturno. De esta manera, y si tomas como ejemplo una persona que tenga 70 años, habrá producido en toda su larga vida unos 300.000 litros en total

Una cifra nada desdeñable de la que la mayor parte es agua, mientras el 1% restante contiene hormonas como la testosterona, el cortisol y la melatonina; así como minerales como es el caso del calcio, electrolitos, potasio, sodio, bicarbonato, cloruro o todo tipo de fosfatos. Elementos que ayudan a la hora de proteger el esmalte de los dientes, luchar contra las bacterias que entran en la boca y combatir afecciones dentales como la caries. Y eso sin contar su importante función cuando se trata de favorecer que las papilas gustativas perciban mejor los sabores y se humedezca la mucosa para facilitar la digestión

Por último, entre sus funciones hay que mencionar el hecho de que gracias a la saliva la lengua no se pega al paladar y facilita el habla, además de detener el mal aliento

Conoce algunos de los datos más curiosos sobre la saliva

Detector de patologías y otros problemas

Con un simple análisis de la saliva que segrega de forma natural tu boca se puede conocer si estás pasando por algún problema de tipo emocional o cuadro de estrés. ¿Cómo? Evaluando el cortisol, una hormona antes mencionada y que se genera por medio de la saliva. Así, los niveles de esta sustancia dicen mucho de los factores que provocan dichos estados. Así, si te encuentras en una situación de tensión, la saliva contiene mayor cantidad de cortisol que en otros momentos de mayor sosiego y felicidad. 

Además, algunos estudios salivales pueden resultar favorables a la hora de prevenir infartos. Y es que al estudiar este líquido se puede detectar si hay una serie de proteínas en grandes cantidades que pueden poner en evidencia si podrías estar sufriendo en dicho momento un ataque al corazón o tienes un alto riesgo de padecer algún accidente similar relacionado con el corazón.

Por si fuera poco, otro dato llamativo es que la saliva es también un indicador genético, por lo que se toman muestras de este fluido para analizar el ADN de una persona. Esto es posible gracias a la presencia de una serie de células humanas que se desprenden del revestimiento interior de la boca en contacto con este elemento acuoso. Además, entre sus componentes se observa también ácido ribonucleico (ARN) que no es otro que el encargado de transmitir información de dicha huella genética. 

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Diferentes tipos de saliva

Datos curiosos que encontramos en los tres tipos catalogados de saliva. Y es que aunque pueda parecer lo contrario, existe una variada tipología según la zona de la glándula salival donde se origine. Por un lado, como explican los expertos la Academia de Otorrinolaringología de Estados Unidos (@AAOHNS), se encuentra la saliva que procede de la zona de las parótidas (cerca de los dientes superiores) y que es la encargada de humedecer la comida al tiempo que estás comiendo.

A continuación, se localiza la que se segrega debajo de la lengua, en los submandibulares, y que protege la boca cuando está haciendo dicha acción de comer y, por último, el fluido que proviene de las glándulas sublinguales (en la zona inferior de la cavidad bucal) comparte el mismo objetivo común.

Unas glándulas que cuando no están en un óptimo estado de salud muestran síntomas como fiebre, dolor e inflamación. Señales todas ellas de que algo no marcha como debería y que puede deberse a algunas de estas circunstancias: 

  • Sialorrea: exceso de producción de saliva.
  • Cálculo de la glándula salival: no es otra cosa que una obstrucción de los conductos de la zona y que en la mayoría de los casos es originado por una acumulación de minerales.
  • Inflamación de la glándula: se manifiesta en ocasiones en forma de pus y que puede ser la consecuencia de una infección bacteriana en la boca. 

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Victoria Herrero

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