Victoria Herrero
Cuídate
Sanidad quiere limitar el uso de los esmaltes de uñas permanentes
Pigmentos que pueden provocar, entre otros efectos, casos de dermatitis alérgica por contacto
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (@AEMPSGOB) ha lanzado una propuesta a las autoridades europeas para que estas pongan cierto freno al uso de esmaltes de uñas permanentes. A su juicio, los efectos adversos de algunos de sus componentes hacen necesario que se limite su empleo solo a los profesionales de estética. Precisamente fueron estos los que lanzaron la voz de alarma al detectar cierta sensibilidad o alergia al aplicar estos pigmentos en las uñas sin seguir las instrucciones de seguridad que especifica cada fabricante.
Una moda no exenta de ciertos peligros
Una advertencia que se une a la que ya realizó hace tiempo la Academia Española de Dermatología y Venereología (@aedv_es) a la hora de pedir una mayor regulación para evitar las consecuencias negativas, en la salud del usuario, derivadas de los acrilatos que incluyen estas lacas. De ahí el incremento, según estos expertos, de los casos de dermatitis alérgica por contacto, sobre todo por esa tendencia de lucir siempre unas uñas perfectas y con todo tipo de formas, accesorios y colores.
“Consideramos relevante formar, informar y regular el uso de estos productos como, por ejemplo, se ha hecho anteriormente con las lastiazolinonas, conservantes con amplia difusión en cosméticos habituales como toallitas limpiadoras, cremas o productos de higiene y limpieza”, explican estos profesionales en relación a estas sustancias que también están presentes en otros adhesivos y pegamentos estéticos que se usan, por ejemplo, para colocar pestañas postizas.
Unos efectos adversos que también pueden ocurrir si lo hacemos en nuestro propio hogar. "Hacer esta manicura en casa no es buena idea. E incluso aunque se haga en un salón, tampoco conviene usar habitualmente este tipo de esmaltes por sus componentes", aconseja la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores) en este sentido.
Hablamos de una coloración que suele durar intacta entre dos y tres semanas y que da un aspecto mucho más profesional a nuestras uñas. Más que una tendencia de belleza, supone un método al que sobre todo recurren aquellas personas que se muerden las uñas o que las tienen deformadas o rotas, todo para lograr que luzcan mejor. A eso se une el precio económico de estas sesiones de manicura, que hace que algunas mujeres vayan cada semana a arreglárselas a un centro estético.
¿Qué son los acrilatos? ¿Pueden ser perjudiciales?
Con este nombre nos referimos a unos compuestos derivados del petróleo que se forman a partir de diminutas moléculas llamadas monómeros. Partículas que se van uniendo entre sí y cuyo encadenamiento puede provocar todos estos problemas, como argumentan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología. Esas sustancias entran en la piel, que es cuando se produce la reacción alérgica.
Algo que sucede sobre todo cuando el tinte es permanente o de larga duración, ya que para su secado se necesita la aplicación de lámparas de luz ultravioleta. Es así como puede aparecer la dermatitis de contacto, que se muestra en forma de rojeces e inflamación alrededor de las uñas. Así, en el peor de los casos y si esos síntomas van a más, dicha afección se puede cronificar con la aparición de dolorosas grietas en la dermis de las manos. Un contagio que también se puede extender a otras partes del cuerpo cuando accidentalmente nos tocamos.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Para evitar este tipo de situaciones, los expertos citados anteriormente no se muestran partidarios de soluciones drásticas como no hacerse la manicura o cerrar los negocios de belleza. En este caso, abogan por ampliar la normativa para que esta obligue a los fabricantes de estos productos a especificar claramente los componentes que contienen. Una medida que se podría complementar con un estudio pormenorizado de los efectos secundarios que puedan tener algunos de ellos.
En el caso de los consumidores, recomiendan no recurrir de forma tan frecuente al empleo de estas lacas, sobre todo cuando son permanentes. Es decir, es necesario dejar descansar las uñas de la aplicación de estos productos estéticos.
Así pues, cuando acudamos a un centro de estética profesional para arreglarnos las manos, es importante elegir establecimientos que garanticen unas condiciones básicas de calidad e higiene sanitaria. Además, también es adecuado preguntar qué productos nos van a aplicar o mirar detenidamente el etiquetado y las pautas de uso de los mismos.
Sin embargo, puede que los nombres técnicos de esas sustancias apenas nos aclaren la situación, por eso siempre podemos recurrir a las nuevas tecnologías. Es el caso de la aplicación digital Think Dirty (@ThinkDirtyApp), que es capaz de escanear los ingredientes para sacar a la luz aquellos que pueden resultar dañinos. Está disponible para iPhone y su funcionamiento es muy sencillo: basta con analizar el código de barras de ese artículo de belleza y conoceremos en unos segundos los elementos que se han usado para su fabricación. El único inconveniente es que por ahora solo reconoce aquellos productos hechos en Estados Unidos o Canadá.