Victoria Herrero
Cuídate
Los riesgos de la manicura permanente en el caso de las personas mayores
Uñas sin brillo y quebradizas o posibles reacciones alérgicas son algunos de los efectos negativos
Ya sea por estética, por cambiar el tono de las uñas o para acabar con el hábito de morderse las uñas, lo cierto es que son muchas las personas que recurren a la manicura permanente para lucir unas manos impecables por más tiempo. Sin embargo, esta práctica no resulta del todo recomendable si se abusa de ella, ya que puede dañar la salud de las uñas, también en el caso de las personas mayores. Y eso por no hablar de si acude a centros de estética de dudosa calidad y que atraen clientes por sus bajos precios.
Riesgos de hacerse la manicura permanente
En la manicura permanente, primero se retiran las cutículas de la uña, se aplica una base incolora y se secan las manos con la lámpara de rayos UVA. A continuación, se aplica el esmalte de color elegido y se seca de nuevo. El último paso es aplicar una capa de esmalte transparente para sellar el tono escogido.
Sin embargo, como explican desde el departamento de dermatología del grupo hospitalario Quirón (@quironsalud), este ritual estético puede llevar a la aparición de ciertas patologías que afectan tanto a la fortaleza, como al color de nuestras uñas. Además de otros problemas evidentes como la pérdida de brillo, las reacciones alérgicas por los productos usados o las infecciones por hongos.
Incluso un pequeño corte o herida durante la manicura puede suponer una puerta de entrada para la proliferación de bacterias en nuestro organismo.
Asimismo, si se recurre a esta práctica de forma habitual, podemos estar ocultando otro tipo de enfermedades que aparecen en las uñas. "Esta zona de nuestras manos es muy relevante para diagnosticar problemas renales, hepáticos, endocrinos y en la piel", explican estos expertos.
Para evitar todos estos daños en nuestras manos, es importante dejar un tiempo prudencial entre manicura y manicura para que la uña pueda "respirar". Comprueba que el centro de belleza donde te la haces tenga esterilizados todos los instrumentos y que sus empleados lleven guantes y mascarilla.
Si notas que durante o después de la sesión de manicura te pican las uñas o sientes una especie de quemazón, acude inmeditamente a retirar esa capa permanente. Lo más seguro es que sea una reacción alérgica.
En definitiva, no hay nada malo si un día recurrimos a la manicura por un acontecimiento especial, pero mejor si no es permanente. El peligro viene cuando abusamos de ella o no tenemos en cuenta los posibles riesgos que entraña para la salud.