Teresa Rey
Cuídate
¿Son las brumas faciales el cosmético “comodín” para la piel?
Es un producto que se presenta en formato de espray que hidrata la dermis o fija el maquillaje
La bruma facial es un producto cosmético que ya lleva tiempo comercializándose, aunque ahora se ha asentado en el mercado y se ha empezado a poner de moda. Su presentación en formato de espray y sus características han generado todo tipo de teorías acerca de un producto que simplemente puede ser un elemento más dentro de nuestra rutina de belleza. Aunque antes es recomendable que nos informemos en qué consiste.
Diferencias con las aguas termales
Una de las cosas que se ha de aclarar es que aunque se aplican igual que las aguas termales no tienen nada que ver con ellas. Estas solo contienen aguas mineromedicinales, mientras que las brumas incorporan más ingredientes. Son más completas.
Cada una de ellas posee activos diferentes con objetivos concretos como por ejemplo hidratar, aportar brillo o refrescar. Su efecto sobre la piel es inmediato y están formuladas para todo tipo de pieles, de modo que se puedan usar de forma instantánea en un momento determinado si vamos con prisa por ejemplo.
Algunas incorporan factor de protección solar y otras sirven también para fijar el maquillaje o para protegernos de la polución. Por lo tanto, su versatilidad es amplia. Entre los principios activos que tienen las brumas faciales podemos encontrar vitaminas, ácido hialurónico o colágeno, junto a otros.
Fijarse bien en las etiquetas
Para evitar que no nos engañen y nos vendan simplemente agua con colorantes, aromas y poco más, la farmacéutica Esther Sansi, aconseja leer detenidamente las etiquetas de estos cosméticos. La experta se decanta más por las ecológicas, en formato espray o difusor, y que se encuentren en un envase opaco para conservar mejor sus propiedades. Para mantenerlas deben estar alejadas de la luz y el calor. “En verano aportan un extra de frescor descongestionante si las metemos en la nevera”.
En general, si adquirimos brumas de calidad son productos que aportan beneficios al cuidado rutinario de la piel de forma cómoda y en cualquier momento del día. Son un recurso eficaz para transformar el rostro apagado y triste en uno luminoso y radiante en un instante, aquel en el que nos veamos apuradas.
En ocasiones tienen usos específicos para un aspecto determinado de la piel (aliviar rojeces, por ejemplo), y las hay formuladas para aplicarlas sobre el cabello. Se pueden usar como tónico o para paliar las ojeras también.