Mariola Báez
Cuídate
¿Qué técnicas existen para el trasplante capilar?
El microinjerto capilar es un procedimiento quirúrgico que debe realizar un médico especialista
Existen distintas causas que generan la debilidad y la caída excesiva del cabello. Igual que ocurre en todo el organismo, el paso de los años también produce modificaciones en el pelo, empezando por las típicas canas y continuando con una pérdida progresiva de densidad de las fibras capilares. Son muchas las personas, hombres y mujeres, a las que la alopecia o calvicie parcial les supone un problema que afecta a su día a día y al hecho de sentirse bien. En estos casos, pensar en la posibilidad de un trasplante capilar puede ser una opción, pero es importante tener claro que no es posible en todos los casos.
En principio, según explica la Fundación Piel Sana de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) es un procedimiento quirúrgico pensado para tratar la alopecia relacionada con causas hormonales (androgenéticas). Este es el motivo por el que la consulta con el especialista es el paso previo indispensable para determinar si el injerto capilar es aconsejable o no.
En qué consisten las técnicas de microcirugía capilar
Es el dermatólogo el médico especialista que debe diagnosticar, tras el estudio de las características del cuero cabelludo, el tipo de alopecia que se padece y el posible tratamiento. En caso de optar por un trasplante capilar, este deberá realizarse en una clínica especializada y llevarse a cabo por cirujanos expertos. Actualmente, dos son las técnicas que se emplean en este tipo de operaciones:
- Técnica FUE (Folicular Unit Extraction) Es la más utilizada y consiste en extraer de forma individualizada las unidades foliculares, es decir, se extrae “pelo a pelo” cada uno de los folículos, obteniéndolos de la zona lateral u occipital (próxima al cuello) del propio paciente, porque estas áreas suelen mantener pelo suficiente. La segunda parte de la operación consiste en realizar micro incisiones en la zona que se quiera repoblar en las que se colocarán los folículos extraídos. En la actualidad, muchas clínicas capilares recurren a la robótica para realizar los microinjertos con mayor rapidez y precisión, aunque siempre será necesaria la supervisión del médico especialista.
- Técnica FUSS (Folicular Unit Strip Surgery). Es similar a la anterior pero, en este caso, la extracción no se realiza folículo a folículo sino en una tira de tamaño variable según las necesidades específicas. Tras la preparación y tratamiento de los folículos en conjunto, se procede a su implantación en la zona que presente la falta de cabello.
Este tipo de intervenciones quirúrgicas se realizan generalmente con sedación suave para evitar molestias y pueden requerir de varias sesiones. Tras el trasplante, es necesario mantener unas mínimas medidas que eviten cualquier posible infección, además de acudir a las revisiones que señale el médico. Los resultados definitivos pueden empezar a apreciarse en torno a los 8 – 10 meses.