Mariola Báez
Cuídate
Tónicos faciales para refrescar el rostro: haz el tuyo con ingredientes naturales
El tónico debe ser una loción facial ligera que aporte bienestar y mejore el aspecto de la piel
En el sector de la belleza y la cosmética, los tónicos suelen ser los grandes olvidados, pero cumplen una función muy importante. No hidratan ni nutren la piel en profundidad, pero contribuyen a su vitalidad y buen aspecto. Como señala la Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv), nuestra epidermis necesita cuidados específicos en cada etapa. Un tónico que la limpie y la refresque y, además, ayude a controlar pequeñas disfunciones o imperfecciones, como el exceso graso, los poros abiertos, los puntos negros o el "descolgamiento" cutáneo; es siempre un buen aliado, especialmente en el caso de las pieles maduras.
Ingrediente básicos naturales para la elaboración
No es una crema que aporte nutrientes ni una mascarilla exfoliante con la que puedas agilizar la renovación celular, el objetivo de un buen tónico se centra en tres aspectos básicos:
- Aportar frescura y calma a la piel, disminuyendo cualquier síntoma de fatiga o problemas concretos que pueden derivar de una exposición solar sin la debida proteción o una jornada estresante.
- Convertirse en el complemento perfecto de cuidados cutáneos elementales. Puede venir bien, por ejemplo, tras la limpieza facial diaria o como colofón a un tratamiento exfoliante.
- Ayudar a potenciar la actividad de cualquier tratamiento facial: rejuvenecedor, hidratante, contra el exceso graso…
En el mercado, tienes numerosos productos que se adaptan a las necesidades de cada tipo de piel, pero si quieres, también puedes preparar tus tónicos faciales en casa con ingredientes naturales de manera muy sencilla. Toma nota de las siguientes opciones:
- Tónico de pepino. Sus propiedades refrescantes y antiinflamatorias son ciertas y es un ingrediente perfecto para elaborar tónicos naturales. Tan sencillo como rayar medio pepino, colocarlo en un bol y añadir agua hasta cubrirlo. Déjalo reposar al menos doce horas en la nevera, cuélalo y ya tendrás un tónico súper agradable para tu piel.
- Tónico de aloe vera. Si tienes una planta de aloe vera en casa, tienes un tesoro. Son muchos los productos de belleza que incluyen la savia de sus hojas como ingrediente principal, por sus propiedades antibacterianas y su poder cicatrizante. Únicamente diluye unas gotas en agua previamente hervida o agua micelar.
- Agua de rosas. Se trata de un tónico utilizado desde la antigüedad, cuya elaboración casera resulta tan sencilla como en los casos anteriores. Para obtenerlo, solo tienes que aprovechar los pétalos de una o varias rosas que empiecen a caer (no marchitos) y darles un hervor. Cuela el líquido resultante y, una vez frío, puedes aplicarlo en el rostro para aportarle frescura, luminosidad y suavidad.
- Tónico de infusión de té. ¿Rostro fatigado y de aspecto apagado? Incrementa su vitalidad recurriendo a las buenas propiedades del té verde. Haz una infusión (mejor hojas naturales que bolsita), déjala enfriar y reposar de un día para otro y, una vez colado, tendrás un tónico de propiedades revitalizantes realmente efectivo.