Salud

¿Debemos ajustar la medicación de la hipertensión en verano?

Stefano Traverso

Foto: Bigstock

Viernes 19 de julio de 2024

6 minutos

El 20% de los hipertensos no cumple su tratamiento en esta época del año

¿Debemos ajustar la medicación de la hipertensión en los meses de verano?
Stefano Traverso

Foto: Bigstock

Viernes 19 de julio de 2024

6 minutos

El incumplimiento de los tratamientos cardiovasculares aumenta un 20% durante el verano y puede provocar que el paciente sufra problemas cardíacos y cerebrovasculares, como pueden ser la angina, el infarto, la insuficiencia cardiaca o el ictus. Todo ello sin olvidar el incremento del riesgo de insuficiencia renal.

El doctor José Nieto Tolosa, especialista de la Unidad de Cardiología integral de Hospital Quirónsalud Murcia, afirma que "todas las precauciones son pocas para disfrutar de unos días de descanso sin contratiempos". Así, "una mala alimentación con gran carga de grasas y sal, junto con otros factores como el abuso del tabaco, el alcohol o la disminución del deporte de forma regular, provocan un descontrol de la tensión arterial".

Además, el doctor Nieto aclara si hay que modificar la medicación de la hipertensión en los meses de verano y cómo afecta esta época a la enfermedad.

 

¿En verano se debe modificar la medicación de la hipertensión? Quirónsalud lo aclara

¿Cómo se diagnostica la hipertensión y cuáles son los síntomas?

Tal y como afirma el especialista, la hipertensión se diagnostica habitualmente mediante la medición de la presión arterial, utilizando para ello un esfigmomanómetro o tensiómetro. Una lectura de 140/90 mmHg o más en varias ocasiones suele indicar hipertensión. "Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, dolor en el pecho y dificultad para respirar, aunque muchas personas no presentan ninguna señal evidente", destaca.

¿Cómo se trata la hipertensión?

El tratamiento de la hipertensión, señala el doctor Nieto, incluye "cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable baja en sal, ejercicio regular, control del peso y reducción del consumo de alcohol". Además, "si persisten las cifras elevadas, se puede precisar el uso de medicamentos antihipertensivos para ayudar a controlar la presión arterial".

Con el calor, ¿debemos reducir la medicación?

En verano, los valores de presión arterial son más bajos que en los meses de invierno, lo cual se debe a que, con el calor, se produce una vasodilatación para favorecer la pérdida de temperatura corporal, y como consecuencia se tiene una tensión arterial baja.

"Es posible que la presión arterial disminuya ligeramente con el calor debido a la dilatación de los vasos sanguíneos", apunta el experto de Quirónsalud. Sin embargo, deja muy claro  que "nunca se debe ajustar la medicación sin consultar a un médico".

Igualmente, si un hipertenso se expone demasiado al sol en verano y no se hidrata adecuadamente, puede sufrir una hipotensión, que, en casos severos, provoca la pérdida del conocimiento y desmayo. Dentro de las personas hipertensas, los adultos mayores son especialmente sensibles al calor porque el mecanismo de la sudoración normalmente está deteriorado y en ellos es muy probable que se presenten problemas cardiacos y renales, por lo que es más difícil deshacerse del exceso de calor en el cuerpo.

"Durante los períodos de calor, es importante mantenerse bien hidratado, así como evitar la exposición prolongada al sol o realizar actividades físicas intensas en las horas más calurosas del día. También es fundamental seguir tomando los medicamentos según lo prescrito y consultar a un médico ante cualquier duda o síntoma inusual", concluye el doctor Nieto.

Uno de los medicamentos utilizados para el tratamiento de la presión arterial alta son los diuréticos, lo cual, sumado a las altas temperaturas del ambiente, hace que el paciente pierda más líquidos, motivo por el cual es de vital importancia que se tomen más líquidos de lo que se acostumbra.

Lo que más se aconseja para este tipo de personas en esta época del año es beber mucha agua, comer fruta fresca  y usar ropa ligera para favorecer la reposición de líquidos que se pierden con el sudor y así evitar una deshidratación o, en casos más graves, el golpe de calor.

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Claves para que el verano no se convierta en enemigo de tu corazón

Las vacaciones son la época perfecta para hacer todo lo que no podemos hacer el resto del año, pero nuestra salud cardiovascular no tiene por qué resentirse. Sin embargo, sí es conveniente tomar algunas precauciones para que olvidarnos de la rutina no nos pase factura. Los expertos de Quirónsalud recomiendan:

Llevar la medicación encima. Romper la rutina hace que nos olvidemos de tomar nuestra medicación, ya que siempre la solemos asociar a acciones concretas como el desayuno, la cena, etc. 

Precaución con el calor. Las principales causas de mortalidad durante las olas de calor se relacionan con las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias. Es la razón de que no convenga que pasemos mucho tiempo expuestos al sol en las horas centrales del día. 

Ojo con el alcohol.  Los expertos  aconsejan mantener una alimentación sana y equilibrada  en verano igual que el resto del año. La ingesta excesiva de bebidas alcohólicas puede provocar trastornos en el ritmo cardíaco y un cierto grado de insuficiencia contráctil.

Precaución con el destino vacacional elegido. Los pacientes cardiacos pueden elegir el destino vacacional que prefieran teniendo únicamente en cuenta que es preferible evitar países con temperaturas extremas y lugares por encima de los 2.000 metros de altitud, debido a que, si el corazón está dañado, tendrá que trabajar más. En cuanto al medio de transporte, podemos viajar en cualquiera, pero siempre teniendo en cuenta que los trayectos largos en avión aumentan el riesgo de sufrir el síndrome de trombosis venosa profunda en las venas de las piernas al permanecer inmóvil mucho tiempo. 

El descanso, importante en verano. El primer objetivo de las vacaciones es descansar pero resulta  frecuente que acabemos haciendo todo lo contrario, llegando a dormir menos horas, algo que no resulta beneficioso para nuestra salud cardiovascular. La falta de sueño aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que incrementa la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.

Sobre el autor:

Stefano Traverso

Stefano Traverso

Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.

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