Manuela Martín
Salud
Demostrado: el consumo de alcohol no está directamente vinculado con la alopecia
La ingesta aumenta el riesgo, pero no de forma significativa
Investigadores de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) estudian el impacto del consumo de alcohol en la salud capilar y la posible asociación entre la alopecia androgenética y el consumo de bebidas alcohólicas. Para ello han realizado una revisión de distintas investigaciones y concluyen que, aunque el alcohol puede aumentar el riesgo de caída del cabello en los hombres, no existe una correlación significativa entre ambos, por lo que se necesitan estudios con grupos más amplios con directrices claras para aclarar esta cuestión.
La alopecia androgenética (AGA) es una enfermedad frecuente que afecta a millones de hombres y mujeres en todo el mundo. Al ser la forma más frecuente de pérdida de cabello, puede afectar al aspecto y la autoestima de una persona, lo que a menudo genera preocupación por el envejecimiento y las percepciones sociales. Aunque la AGA se debe principalmente a factores genéticos y hormonales, también se han estudiado factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo, la dieta y el estrés.
El consumo de alcohol, un comportamiento muy extendido en todo el mundo, se estudia ampliamente por sus repercusiones en la salud, incluidos los riesgos de enfermedades como el daño hepático y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, aún no se sabe con certeza si el consumo de alcohol puede influir o agravar la caída del cabello, en particular la AGA. Una hipótesis es que el acetaldehído, un subproducto del metabolismo del alcohol, puede interferir en el entorno inmunitario del cuero cabelludo, un factor que podría contribuir a la AGA. Sin embargo, este mecanismo propuesto sigue siendo especulativo.
Para comprobarlo, un grupo de investigadores dirigido por el profesor Yun Hak Kim, del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Pusan, realizó la primera revisión sistemática y metaanálisis, publicada en la revista Alcohol and Alcoholism. "El estudio descubrió que, aunque los individuos que consumen alcohol pueden tener una probabilidad ligeramente mayor de experimentar AGA en comparación con los no bebedores, esta asociación no es estadísticamente significativa", explica el profesor Kim. Las probabilidades de AGA entre los bebedores resultaron ser 1,4 veces superiores a las de los no bebedores, pero con un amplio margen de incertidumbre.
Los estudios transversales y de casos y controles han mostrado una modesta asociación entre el consumo de alcohol y la AGA, mientras que los estudios de cohortes, que suelen ser más sólidos, no hallaron una correlación significativa.
Esta discrepancia sugiere que se necesitan más investigaciones de alta calidad para aclarar si el alcohol tiene algún impacto en el riesgo de AGA. Los investigadores abogan por la realización de estudios de cohortes más amplios y bien controlados para comprender mejor si el alcohol influye en la AGA y, en caso afirmativo, el mecanismo subyacente. También recomiendan criterios estandarizados para diagnosticar la AGA y definiciones coherentes del consumo de alcohol en futuras investigaciones para generar conclusiones más definitivas.
"Nuestra investigación podría servir de base para orientaciones de salud pública, asesoramiento a pacientes y campañas de concienciación específicas, ayudando a las personas a tomar decisiones informadas sobre su estilo de vida en relación con la salud capilar -señala el profesor Kim-. Con el tiempo, esto podría contribuir a estrategias sanitarias más completas y personalizadas, en las que factores como la dieta, la genética y el estilo de vida se comprendan mejor y se integren en los planes de prevención y tratamiento de la caída del cabello".