Victoria Herrero
Deporte para mayores
¿Cómo debe ser tu actividad deportiva a partir de los 60?
Victoria Herrero
Miércoles 11 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Miércoles 11 de diciembre de 2019 a las 6:57 H
3 minutos
Mantener una vida activa nos ayuda a mejorar la salud ósea, funcional y cognitiva de nuestro cuerpo
El cuerpo tiene memoria. Por eso, si lo habituamos a la práctica deportiva desde que somos niños y adolescentes tendremos mucho ganado para traspasar la barrera de los 60 en plena forma. Eso sí, hay que ser constantes, ya que si dejamos de hacer deporte durante unos años lo notaremos. Como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS) si desterramos la vida sedentaria lograremos "mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, así como reducir el riesgo de depresión y deterioro cognitivo".
Toda una vida deportiva
Cuando se ha llegado a una edad siendo un consumado deportista, las pautas para seguir practicando ejercicio físico no son las mismas que para aquellas personas que nunca se han puesto unas zapatillas deportivas y no se han movido.
- Con la edad ya no se trata de entrar en una competición como cuando se tenían 30 años. La meta en este caso es sentirse sano. Así, pese a que llevemos décadas practicando algún deporte nunca está de más tener algo de sentido común y nos excedernos de nuestras capacidades físicas. Eso es tan importante como saber parar a tiempo cuando sintamos alguna molestia y tomarnos los descansos recomendados en cada práctica deportiva para que el cuerpo se recupere.
- ¿Qué ejercicios hacemos? Con la edad la masa muscular tiene a reducirse, por eso es esencial que sigamos apostando por ejercicios de fuerza o musculación como las pesas. De esta manera lograremos frenar el deterioro óseo de nuestro cuerpo y la osteoporosis . Además, en el conjunto de ejercicios recomendados para deportistas veteranos, seguir montando en bicicleta, correr o la natación resultan muy beneficiosos.
- Una alimentación adecuada es esencial, a los 10, los 30 o los 70 años. Así pues, no debemos descuidar nuestra rutina alimentaria e hidratarnos de forma correcta, especialmente en esos momentos de descanso entre ejercicio y ejercicio. Así, la fórmula del menú equilibrado pasaría por la presencia de carbohidratos, proteínas, grasas y las vitaminas y minerales de frutas y verduras. Todo ello acompañado de una reducción de sal en las comidas, el azúcar o las grasas trans, y sin abusar de los suplementos alimenticios. Lo mejor es obtener esos nutrientes de forma natural. Por ejemplo, ¿sabías que, si haces ejercicio al aire libre, el sol te da la dosis de vitamina D que necesita tu cuerpo?
- Importante que nos hagamos revisiones médicas de forma periódica para comprobar que todo marcha según lo previsto y podemos seguir con nuestra rutina activa.
Beneficios de una actividad física
Movernos del sofá solo trae cosas positivas. Así, si seguimos con una rutina deportiva saludable, estaremos ayudando a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoraremos la salud ósea y muscular y se incrementará nuestro sistema inmunitario con lo que tendremos menos infecciones. Además, el deporte es maravilloso para nuestra mente, ya que nos ayuda con la función cognitiva de nuestro cerebro y hace que nos sintamos de mejor humor.