Victoria Herrero
Deporte para mayores
Beneficios de hacer ejercicio para la columna vertebral de los mayores
Mejorarás la flexibilidad y lograrás una postura corporal más armónica y estilizada
Hacer deporte trae numerosos beneficios, no solo para la columna vertebral de las personas mayores, como recuerdan desde la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon), como incrementar la capacidad funcional y la calidad de vida, o invertir en la independencia de las personas que sobrepasan la barrera de los 65 años.
Pero hoy nos detenemos en una de las partes del cuerpo que suele concentrar buena parte de los dolores articulares y musculares, que pueden acrecentarse a una edad más madura. Sobre todo, si esa persona lleva una vida sedentaria que hace que sus músculos estén debilitados. Esto se traduce en una espalda que sufre.
¿Y cuáles son los beneficios de estos ejercicios en esa zona del cuerpo? Desde ayudarte a reducir el dolor, pasando por corregir la postura y reducir la tensión muscular (sobre todo en los hombros o la zona lumbar), así como mejorar la flexibilidad y lograr una figura más armónica y estilizada.
Los beneficios de la natación
En bastantes ocasiones hemos dicho que la natación es uno de los deportes más completos, ya que todo el cuerpo interviene a la hora de desplazarse por el agua. Y cuando se tienen problemas en la columna vertebral, es una de las rutinas más aconsejadas por los especialistas médicos. Sobre todo por realizarse en un medio acuático que reduce el impacto de los movimientos.
Eso sí, siempre debes practicar natación guiado por un profesional, que te recomendará las técnicas que mejor se adapten a las capacidades o patologías que puedas tener. En este caso, para favorecer la flexibilidad de la columna, los estilos más adecuados son de espalda y a crol.
Practica en casa
Pero no solo en el agua puedes realizar ejercicios beneficiosos para la columna vertebral. En casa y con una simple esterilla puedes seguir rutinas para conseguirlo. Apunta los siguientes ejercicios:
- Túmbate boca abajo en una esterilla, apoya la frente contra el suelo y estira los brazos en forma de cruz con las palmas hacia abajo. Estira las piernas y haz que las puntas de los pies toquen el suelo. Inspira y levanta suavemente los brazos y la cabeza, separando un poco el pecho del suelo. Mantén la postura unos segundos y baja lentamente para volver a la posición inicial. Haz 10 repeticiones con un par de segundos de descanso entre ellas.
- Siéntate con las piernas estiradas, la espalda recta y los brazos en cruz. Lleva las manos a los dedos de los pies y vuelve a la posición inicial. Repite este ejercicio 10 veces seguidas, según tu nivel de esfuerzo.