Mariola Báez
Deporte para mayores
Las claves para elegir el mejor calzado deportivo según tus necesidades
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Martes 9 de junio de 2020
ACTUALIZADO : Martes 9 de junio de 2020 a las 6:48 H
6 minutos
Proteger pies y tobillos durante el ejercicio es prioritario en el caso de las personas mayores
Evitar una lesión es objetivo indispensable sea cual sea cual sea tu deporte favorito. Para lograrlo, utilizar el calzado apropiado es una medida preventiva básica. Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) enfundarte las zapatillas y hacer al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado o 75 de mayor intensidad, es esencial para mantenerte en forma y conseguir un envejecimiento activo. Son "unos cuantos" minutos y en ese tiempo, la seguridad de tus pies (y la tuya) va a depender, en gran medida, de que lleves puesto el calzado adecuado.
Conociendo las necesidades específicas de tus pies
Son los encargados de soportar nuestro peso corporal a cada paso. En ellos recae el impacto de un posible salto y también son los primeros que van a sentir los efectos que puede tener transitar por un terreno determinado (asfalto, tierra, pedregal…). Son dos razones que permiten afirmar que la seguridad en el deporte comienza por elegir el calzado idóneo, teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: las características de tus propios pies y las que presente la actividad física que realizas, con especial atención a la frecuencia e intensidad con que la practiques.
Las patologías que pueden afectar al pie del adulto mayor son muy variadas y si presentas alguna de ellas, o notas molestias en pies y tobillos, antes de lanzarte a hacer un determinado deporte, siempre es aconsejable una visita al podólogo, ya que, una revisión, que pueda incluso incluir un estudio de tu pisada, no es solo una cuestión básica de salud sino, además, una buena medida para tener claro qué calzado (deportivo o no) es el que te conviene. Si fuera necesario, el especialista podrá asesorarte sobre la necesidad de utilizar algún tipo de plantilla terapéutica, tanto en tu vida cotidiana como en tu actividad deportiva. En aquellos casos en los que existe algún tipo de deformidad que afecta a los dedos como juanetes, dedos en garra, dedos que se superponen…, patologías tan variadas como numerosas, según recuerda la Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo (SEMCPT) la consulta previa con el especialista es indispensable.
Si tu idea es practicar un ejercicio físico intenso y de manera frecuente, como, por ejemplo, salir a correr a diario como entrenamiento para alguna prueba de running, realizar un estudio de tu pisada, puede ser una buena idea que te ayude a establecer qué tipo de zapatillas para corredores es el que mejor se adapta a la forma de tu pie y a tu pisada.
¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir el calzado deportivo?
Utilizar el calzado que requiere cada actividad es más importante de lo que puede parecer en un primer momento. Por ejemplo, unas zapatillas “casual”, que puedes llevar a diario o ponerte para dar un tranquilo paseo por el parque no son lo más recomendable para hacer una ruta de senderismo con algún tramo de dificultad media-alta, porque el riesgo de una torcedura de tobillo o de un resbalón, que acabe en caída, porque la suela no agarra lo suficiente, es elevado.
Según tu deporte, a la hora de elegir el calzado los aspectos principales que debes analizar, antes de tomar tu decisión de compra son:
Suela
Es el nexo de unión entre tus pies y la superficie que pisas, lo que lo convierte en uno de los elementos de seguridad al que debes prestar máxima atención. El agarre de la suela (dependiendo de su dibujo más o menos liso), sus posibles propiedades antideslizantes, su grosor y su dureza son detalles clave que tendrás que valorar. Como ejemplos: unas zapatillas para la práctica del ciclismo deben tener la rigidez justa que te permita "empujar" en cada pedalada con seguridad; unas que vayas a utilizar en un gimnasio han de ser antideslizantes y en unas botas de trekking, tu estabilidad y equilibrio dependen, en parte, de una suela con dibujo extra (como los neumáticos).
Amortiguación
Especialmente si practicas deportes de impacto, como el running, la capacidad que tengan tus zapatilla a la hora de minimizarlo es algo muy importante. Las cámaras de aire o de gel, que incorporan en su suela muchos modelos, son aliadas perfectas para que corras sin que tus articulaciones (tobillos, rodillas y articulaciones de la cadera) sufran ese “golpe” contra el suelo que provocas con cada zancada.
Altura de la caña y flexibilidad justa
Otro aspecto que no puedes pasar por alto. Como idea general, siempre que vayas a hacer ejercicio en una superficie que implique cierto riesgo de desequilibrio al caminar, un zapato de caña alta que proteja tus tobillos es recomendable, pero debes comprobar que esa altura no impide que la zapatilla resulte flexible y sea cómoda a cada paso. Un buen ejemplo son las deportivas para practicar baloncesto, que deben unir las dos condiciones: seguridad para tus tobillos y flexibilidad para que puedas moverte con agilidad.
Detalles importantes
Comprueba que el calzado deportivo que elijes permite la correcta ventilación de tus pies (el tejido en el que esté elaborada la zona superior es importante). Si practicas deportes al aire libre también es importante que sea impermeable. Si además tu zapatillas se pueden quitar y poner con facilidad, mucho mejor. Por último, recuerda que no siempre lo más caro es lo mejor.