Victoria Herrero
Deporte para mayores
Si quieres empezar a esquiar y eres una persona mayor, toma nota de estas precauciones
Además de contar con el material adecuado, es importante que sigas las pistas marcadas
Has practicado un par de veces y apenas te mantienes de pie sin caerte un par de metros. La práctica es la base de muchos aprendizajes hoy en día, sobre todo a la hora de dominar la técnica de una disciplina deportiva. Con los meses de invierno, la mejor forma de disfrutar de un deporte al aire libre entre unas bellas montañas es animarte con el esquí.
Pero, tanto si nunca te has puesto una ropa para esquiar, como si ya has probado lo divertido que es bajar por esas laderas nevadas, te damos una serie de consejos, sobre todo si eres una persona mayor, para que ese estupendo día en la nieve no acabe con un tobillo o un codo roto.
Los preparativos previos
La base de toda actividad física es divertirse al mismo tiempo que hacemos un pasatiempo que resulta muy beneficioso tanto a nivel físico como mental. Pero esto no quiere decir que lo hagamos sin cabeza o responsabilidad. Las lesiones están a la orden del día y pueden resultar más aparatosas o graves cuando hablamos de una persona de una edad más avanzada.
No pretendas ser un avezado esquiador la primera vez que te pones las botas. Primero debes empezar por unas nociones básicas antes de coger el remonte para subir a la pista más complicada y con mayor altura. No pasa nada si al principio tienes de compañeros de aprendizaje a niños de apenas 4 años. La experiencia merecerá la pena.
Sin olvidarnos de pasarlo bien, es importante que estemos muy atentos a las indicaciones que te va dando el monitor para aprender las mejores posturas y conceptos básicos para que luego puedas deslizarte con soltura por la pista. Pero antes de comenzar la clase, repasa el material que llevas, ya que es fundamental que este sea adecuado.
Debes llevar la mejor ropa para protegerte del frío, pero no aquella que no te permita moverte o con la que sudes demasiado. La clave está en las capas de ropa y en que estas prendas sean térmicas o especiales para este tipo de deportes. En cuanto a la vestimenta, notarás que las botas al principio no son muy cómodas. Tranquilo, con el tiempo irás acostumbrándote.
Y algo muy importante, estás en invierno, pero nunca debes olvidarte la crema solar y protegerte bien, ya que los rayos pegan con más fuerza al "chocar" contra la pureza de la nieve. Y coge también un casco por si en una caída tonta te golpeas la cabeza.
Además de tener lista la ropa deportiva, no te olvides de desayunar con fuerza antes de lanzarte a la nieve. El esquí es un deporte un tanto exigente y se queman hasta 400 calorías cada hora de práctica. Por eso es importante que en esa primera comida del día, antes del ejercicio físico, no falten las grasas saludables, las proteínas y los hidratos. Y no te olvides de estar continuamente hidratado.
Poco a poco...
Lo importante, tanto si eres principiante como si sabes esquiar, incluso si fueses un profesional, es respetar siempre las medidas de seguridad. Esto se refiere a que debes controlar en todo momento al resto de esquiadores que comparten contigo la pista, además de no perder detalle de la orografía del terreno para evitar choques graves contra árboles, rocas u otros elementos.
Por supuesto, nada de ir a una pista de mayor dificultad si por ahora no sabes ni cómo frenar con los pies o los palos de esquí, y mucho menos aventurarte por zonas no marcadas o delimitadas. Además de no saber qué peligros de la naturaleza te puedes encontrar, puede ser que te despistes fácilmente y no sepas volver al punto de partida.
Las lesiones más frecuentes de los esquiadores
Pese a que se trata de un deporte muy exigente, no es necesario tener una forma física envidiable para practicarlo. Una persona de más de 65 años sin ningún problema de salud o movilidad puede empezar a practicarlo, pero sin olvidar nunca sus limitaciones, ajustando ese esfuerzo a sus propios límites y a los diferentes niveles de dificultad que existen en el esquí.
Por eso, hasta que tengas algo de confianza y mejores tu condición física, haz descansos cada cierto tiempo para evitar el agotamiento innecesario. Y es que si sobrecargas las piernas, estas no responderán correctamente y puede que a la primera de cambio te caigas al suelo.
Es algo inherente a este deporte: caerse al suelo. Pero cómo es esa caída puede determinar que se trate de un simple resbalón o de algo más aparatoso y grave, sobre todo si eres una persona mayor. De ahí que no venga mal que conozcas algunas de las lesiones a las que te puedas enfrentar, como recomiendan desde el Centro Médico Teknon (@Clinica_Teknon). Y es que una mala caída puede hacer que provoques una grave lesión en la rodilla o en la cadera. Por eso, al caer lo mejor es intentar amortiguar un poco el golpe con las manos o los codos antes que hacerlo con esas otras partes del cuerpo.
Si aprendes a caerte, podrás evitar, en la medida de lo posible, algunas de estas lesiones más serias como rotura de menisco o de los ligamentos, fracturas en el húmero o en la clavícula, así como daños en el tronco (contusiones, rotura en las costillas o una afectación en la zona de la pelvis).