Verónica Mollejo
Deporte para mayores
Hacer ejercicio en ayunas no te ayudará a perder peso
A pesar de la creencia popular, hacer ejercicio en ayunas no te ayudará a perder peso
Mucha gente hace ejercicio nada más levantarse porque piensa que así quemará más grasa y que la pérdida de peso que tanto ansía será más rápida. Nada más lejos de la realidad, pues este es uno de los mitos más extendidos y que más consecuencias puede acarrear a tu salud, sobre todo si ya has cumplido más de 65 años.
Es cierto que algunos estudios han confirmado dicho efecto en algunas personas, sin embargo, este depende de múltiples factores como, por ejemplo, el tipo de entrenamiento, la intensidad del mismo, su duración o la capacidad física del individuo. También se ha comprobado que hacer deporte en ayunas promueve, a la larga, una mayor oxidación de los lípidos, siempre y cuando se traten de ejercicios de baja intensidad, como caminar, nadar o ir en bicicleta.
No obstante, ¿cuáles son los riesgos a los que te enfrentas si ejercitas tu cuerpo antes de desayunar sin tener experiencia?
No es una práctica adecuada para todo el mundo
Hacer ejercicio en ayunas es algo a lo que solo pueden enfrentarse con éxito los deportistas ya experimentados o que someten su cuerpo a situaciones similares debido a las competiciones en las que normalmente participan. Por lo tanto, la población en general debe llevar más cuidado a la hora de probar suerte con este técnica. Sobre todo si hablamos de personas mayores que padecen diabetes tipo 1 y 2, problemas renales o hipertensión, entre otras afecciones.
Debes tener en cuenta que si haces deporte sin desayunar, puedes llegar a la extenuación mucho antes, reduciendo así tu rendimiento físico. Y es que para muscular tu cuerpo, este debe tener las reservas de energía al completo, lo que se consigue alimentándose correctamente.
Además, si eres de los que prefieren los ejercicios de fuerza, como los que llevas a cabo en las máquinas del gimansio, evítalo por completo pues este tipo de entrenamientos requieren mucha más intensidad y un buen aporte de glucógeno.
En este sentido, lo que los expertos recomiendan es ingerir alimentos ricos en carbohidratos y fáciles de digerir antes de ponerse manos a la obra. Esto incluye algún producto lácteo, frutas y cereales. ¿Y después del ejercicio? En este caso, opta por más carbohidratos, mucha agua y proteínas de alta calidad. Es decir, una tostadas de pan con jamón serrano, unos copos de avena con fruta o un buen puñado de frutos secos.