Mariola Báez
Deporte para mayores
La importancia que tiene para un adulto mayor estirar después de hacer deporte
No pases por alto los estiramientos, sobre todo si quieres evitar molestias y lesiones frecuentes
En general, tenemos bastante claro que no debemos iniciar un ejercicio intenso de forma repentina, porque hay que dar al cuerpo unos minutos para que se vaya preparando. En cambio, una vez finalizada la actividad deportiva, la tendencia a buscar cuanto antes ese merecido descanso es la práctica habitual. Parar “de golpe” es tan poco aconsejable como empezar de la misma manera.
Así lo recuerda, entre otros organismos, la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness (FEDA @FEDAFormacion), que recalca la importancia de los estiramientos como nexo de unión entre el esfuerzo que acabamos de realizar y la inactividad posterior. Eliminar la tensión muscular de manera progresiva es el objetivo de unos sencillos estiramientos que ayudarán, especialmente, a las personas mayores a aumentar la flexibilidad, ganando poco a poco una mayor amplitud de movimiento en las articulaciones. La Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon) también es tajante al afirmar que los estiramientos son cruciales a la hora de mejorar la movilidad.
Los beneficios que aportan unos minutos estirando
Terminar la actividad deportiva realizando unos sencillos ejercicios que favorezcan la distensión muscular siempre resulta favorable. Son muchas las razones para hacerlo. Al estirar, el músculo puede reabsorber más fácilmente el ácido láctico generado durante el ejercicio, algo que contribuye a su recuperación, a evitar la fatiga muscular y también las temibles agujetas.
Hay que recordar que los estiramientos son movimientos que realizas de forma pausada, controlando la respiración y haciéndola más profunda en cada inhalación. Esto se traduce en que, poco a poco, recuperes la frecuencia cardiaca propia de un estado de reposo, evitando un cambio brusco en el ritmo del corazón, que implica pasar de una actividad aeróbica, más o menos intensa, a la inactividad total.
Por otra parte, la respiración, cada vez más profunda, aumenta la capacidad pulmonar al tiempo que supone un aporte extra de oxígeno y nutrientes que tanto necesitan las células de tu organismo tras el esfuerzo.
Los estiramientos elongan con suavidad las fibras musculares y “obligan” a los ligamentos y los tendones a dar lo mejor de sí para favorecer el movimiento articular. No se trata de forzar más de lo debido, pero unos estiramientos, realizados lentamente (deben costar un poco, pero nunca doler) y aguantando la postura unos segundos, son la mejor manera de sacar partido a la actividad física en favor de tu salud y bienestar.