Mariola Báez
Deporte para mayores
Pies más fuertes y sanos con una sencilla rutina de ejercicios que puedes hacer en casa
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Jueves 13 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Jueves 13 de febrero de 2020 a las 6:39 H
3 minutos
Separar los dedos, girar los tobillos o elevar los talones son movimientos que mejoran la pisada
El pie es una parte fundamental de nuestra anatomía porque de una buena “base” depende en gran medida la movilidad y el equilibrio óptimo al andar, tal como recuerda el Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA). Cuidar los pies, en cualquier etapa de la vida, es importante y no debemos dejar de hacerlo a medida que la edad avanza. El pie de una persona mayor puede empezar a presentar patologías muy diversas, desde aquellas de tipo óseo, como los juanetes o los dedos en garra, hasta dolencias vasculares y también dérmicas, relacionadas con la excesiva sequedad de la piel o con el aumento de queratina (hioerqueratosis) que provoca la aparición de durezas.
Dedicar unos minutos, dos o tres veces en semana, a hacer algo tan simple como mover los pies, procurando estirar bien cada uno de los músculos y articulaciones que lo forman, puede contribuir, de manera notable, a mejorar su salud. La Fundación Podoactiva señala que una pequeña rutina de gimnasia para nuestros pies puede ayudar a mejorar el bienestar general, aliviando molestias y dolores leves en los pies. Además, con ella podemos conseguir una mayor fuerza y flexibilidad que se traduzca en un mejor equilibrio y una pisada más segura, que prevenga posibles caídas.
Cómo ejercitar tus pies en casa y sin esfuerzo
Prueba a hacer los ejercicios que te proponemos. Algunos puedes realizarlos de pie o sentado en una silla o en el suelo. Verás que no hace falta ser un atleta para llevarlos a cabo y a las pocas semanas, notarás tus pies más fuertes a la hora de caminar.
- Separar los dedos de los pies. Este es un magnífico ejercicio, ideal para prevenir numerosas patologías como los dedos agarrotados o superpuestos. Se trata simplemente de estando sentados, intentar separar los dedos unos de otros todo lo que puedas. Parece fácil pero tiene su “miga”. Si te resulta demasiado sencillo, prueba a hacer el ejercicio colocando una goma entre el meñique y el pulgar para aumentar así la resistencia que tendrás que intentar vencer.
- Estirar los dedos. Ya has entrenado tus dedos a nivel fuerza con el ejercicio anterior, ahora toca ganar flexibilidad y para ello nada mejor que hacer lentamente el movimiento de ponerte de puntillas. Eleva los talones (de pie o sentado) y nota cómo las pequeñas articulaciones de los dedos se ven obligadas a estirar desde la base de los dedos hasta la punta.
- Tobillos y empeine. Igual de fácil. Sentado, mueve el pie llevando los dedos hacia arriba y hacia abajo de manera alternativa. Mantén unos segundos cada una de las posturas. Por último, relaja la zona haciendo uno giros de tobillo (describiendo círculos con la punta de tus dedos).
- Agarrar. Intentar atrapar algo que esté en el suelo con los dedos de tus pies, es un ejercicio tan fácil como efectivo. Puede ser un paño o toalla, una pelota pequeña, un palo... Intenta agarrarlo y despegarlo del suelo únicamente con los dedos del pie. Si se escapa, no importa. Lo realmente interesante es el movimiento que haces una y otra vez.