Una de las mejores maneras de cuidar nuestra salud en cualquier momento de la vida es hacer deporte. El ejercicio físico aporta una gran cantidad de beneficios físicos, mentales y emocionales. Además de fortalecer los músculos del cuerpo, el deporte reduce el riesgo de sufrir enfermedades, alivia el estrés y promueve un sueño reparador.
En las personas mayores, el deporte adquiere una gran relevancia, pues ayuda a mantener la movilidad, la fuerza y la independencia, redundando todo ello en una mejor calidad de vida. Por otro lado, potencia la memoria y mejora el estado de ánimo, por lo que incorporarlo a la rutina es una forma de fomentar un envejecimiento activo y saludable. El equipo de Fisioterapia y de Actividad Física de Quirónprevención nos explica la relación entre el sueño y el deporte y los beneficios que aportan uno al otro.
¿Cómo el deporte nos ayuda a descansar mejor?
El insomnio o la dificultad para dormir están relacionados con un estilo de vida sedentario. Practicar algún deporte puede tener un impacto directo en la calidad del sueño, ya que dormir bien y realizar actividad física están estrechamente relacionados, y, sumándole una buena alimentación, son claves para la salud y el bienestar del cuerpo.
El deporte ayuda a que nuestro cuerpo descanse mejor, permitiendo alcanzar las horas de sueño que necesitamos y optimizando su calidad. Mantener una rutina de ejercicios hace que nuestro cuerpo libere endorfinas, lo que ayuda a reducir el estrés, un factor clave que interfiere en un correcto descanso. Además, el ejercicio físico es una alternativa más saludable y económica a cualquier tipo de fármaco para el insomnio. Es importante tener en cuenta que los efectos no son inmediatos, pues suele requerir hasta 16 semanas de práctica regular para sumar hasta 1,25 horas más de sueño.
Practicar deporte proporciona energía durante el día y aumenta el cansancio durante la noche. Al hacerlo, se incrementa la temperatura corporal y el ritmo cardíaco, por lo que nuestro cuerpo se activa inmediatamente. Con el paso de las horas, la temperatura del cuerpo desciende gradualmente y hace que se prepare para el descanso.
Para conseguir buenos resultados, Quirónprevención recomienda realizar media hora diaria de actividad moderada, como correr, caminar o bailar, preferiblemente con ejercicios aeróbicos. Además, lo ideal es realizarlo al menos tres horas antes de dormir. En el caso de los ejercicios intensos, como los entrenamientos HIIT, es mejor reservarlos para otro momento del día.
Dormir bien mejora el rendimiento deportivo
Además de mejorar nuestro bienestar general y nuestra calidad de vida, el hecho de dormir bien resulta esencial para la recuperación física tras la actividad deportiva y permite contar con un estado de forma óptimo para el siguiente ejercicio.
Mientras dormimos, se libera la hormona del crecimiento, que facilita la síntesis de proteínas y el uso de ácidos grasos que se usan como fuente de energía. Esta hormona favorece a la recuperación de nuestros músculos y el aumento de la masa muscular, evitando el desgaste físico.
Cuando no dormimos bien, aumenta la aparición de la hormona del estrés (cortisol), lo que dificulta la recuperación de los músculos y aumenta el riesgo de lesiones. Además, en la fase REM del sueño se produce la recuperación a nivel cognitivo, que mejora las capacidades de memoria, mejora el estado de ánimo y aumenta la motivación.
Por último, Quirónprevención asegura que, aunque se cree que la siesta no es un buen hábito, en el caso de los deportistas puede llegar a tener grandes beneficios para la recuperación muscular y la reducción del estrés, siempre y cuando se realice 8 horas después de haber amanecido y que no influya el sueño nocturno.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.