El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo. El colesterol es necesario para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos.
El colesterol "malo" (lipoproteína de baja intensidad) que todos conocemos, tiene esta denominación coloquial porque su exceso se acumula en las arterias, formando placas de ateroma. Si estas placas se asientan en las arterias del corazón, pueden provocar anginas de pecho o infartos, y si se acumulan en las del cerebro, pueden producir ictus.
En cuanto al colesterol "bueno"(lipoproteína de alta densidad), se le llama así porque transporta el colesterol desde otras partes del organismo de vuelta al hígado para eliminarlo, por lo que unos niveles altos de este tipo de colesterol, se le relacionan con un efecto protector ante las enfermedades cardiovasculares.
Para mantener a raya al colesterol "malo", la dieta equilibrada es indispensable, y por eso son numerosos los estudios que se han publicado para intentar encontrar maneras de regular estos niveles. El último, de los estudios publicados en elThe British Journal of Nutrition, ha descubierto los beneficios que tiene comer esta fruta en ayunas.
La investigación se ha centrado en un metanálisis de ensayos controlados y aleatorios para comprar el efecto de comer fresas. En concreto, el equipo midió la presión arterial, el colesterol total (CT), Colesterol HDL (el bueno), colesterol LDL (el malo) o la glucosa en sangre en ayunas de los participantes.
Al comprobar los resultados, se dieron cuenta de que aquellos que comieron fresas redujeron de manera significativa los niveles de la proteína C reactiva, que si está alta puede significar que hay algún problema en el hígado. Eso sí, esto no afectó a la presión arterial, el perfil de lípidos o a la glucosa en sangre.
"Las fresas redujeron significativamente los niveles de PCR y pueden mejorar el CT y el colesterol LDL en personas con niveles iniciales altos", aseguran los autores.
También mejora la función cognitiva
Pero este no es el único beneficio de las fresas, y hace unos meses, un estudio realizado por la Universidad Estatal de San Diego (Estados Unidos), asegura que esta fruta mejora la cognición, de la capacidad antioxidante y con la disminución de la presión arterial.
En este caso, se llevó a cabo otro ensayo clínico aleatorizado que retoma estudios anteriores que ya habían abordado los efectos positivos de las fresas para el organismo. Los investigadores de la Universidad Estatal de San Diego reunieron un grupo de 35 hombres y mujeres de entre 66 y 78 años sanos que consumieron de forma aleatoria un polvo de placebo o 26 gramos de polvo de fresa liofilizada, es decir, sometida a un proceso de deshidratación. Esta cantidad se corresponde con, aproximadamente, dos raciones diarias de fresas.
Tras ocho semanas, se constataron los beneficios en diferentes aspectos de la salud. Por un lado, detectaron un aumento del 5,2% de la velocidad del procesamiento cognitivo. A ello se sumó una disminución del 3,6% de la presión arterial sistólica y un aumento muy significativo del 10,2% de la capacidad antioxidante total.
Detrás de estos resultados se encuentran los diversos compuestos bioactivos de las fresas. No solo cubren las necesidades diarias de vitamina C, sino que también aportan otros nutrientes fundamentales como el potasio, folato, fibra, fitoesteroles y polifenoles.
Otro de los compuestos de gran importancia que se pueden encontrar en las fresas es la pelargonidina, que se ha asociado con un menor riesgo de demencia y alzhéimer. Así, la evidencia científica derivada de múltiples estudios ha constatado los beneficios de esta fruta para frenar el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.