Cómo detectar las grasas trans: así puedes evitar los alimentos más perjudiciales para el corazón

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Europa, y la Organización Mundial de la Salud estima que la ingesta de grasas trans conduce a más de 500.000 muertes por enfermedad cardiovascular por año. Según la organización, las dietas ricas en estas grasas aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca en un 21%. 

La principal fuente dietética de grasas trans industriales son los aceites parcialmente hidrogenados que contienen generalmente grasas saturadas e insaturadas, entre ellas las trans en proporciones variables. También pueden estar presentes de forma natural en productos alimenticios derivados de animales rumiantes como los productos lácteos o la carne de vacuno y ovino.

Según la Fundación Española del Corazón, éstas se incorporan a las membranas de nuestras células haciéndolas menos flexibles e impidiendo que las de colesterol se adhieran. De modo que quedan libres y aumenta el colesterol en sangre. Además, el mecanismo por el que el colesterol se adhiere a las paredes de las arterias favorece que el calcio se acumule en ellas y se obstruyan. 

Limitación en Europa

A partir de 2021, los fabricantes europeos deberán reducir la cantidad de grasa producida industrialmente en los alimentos procesados ​​a 2 g por 100 g de grasa. El alcance del reglamento europeo se refiere a las grasas industriales y excluye las grasas presentes de forma natural en las grasas de origen animal. También establece la obligación de transmitir información entre operadores, sobre los niveles de grasas trans, cuando se supere ese límite, para garantizar así su cumplimiento en el producto acabado. Este reglamento entró en vigor el 15 de mayo de 2019, pero permite un periodo transitorio de aproximadamente dos años (hasta el 1 de abril de 2021) para que las industrias puedan adaptarse a este límite.

Por otro lado, la Administración de Alimentos y Medicamentos Americana (FDA) considera los alimentos libres de ellas si contienen menos de 0,5 gramos por porción de alimento. 

Donde encontrarlas

Las grasas trans están presentes en muchos más productos de los que pensamos y en menor proporción en la carne, la leche entera y la mantequilla. Podemos encontrarlas en alimentos precocinados (pizzas, empanadillas, croquetas…), en la bollería industrial, en la comida rápida (hamburguesas…), los snacks poco saludables (galletas saladas, patatas fritas…). Para identificarlas debemos leer las etiquetas y asegurarnos que los productos no llevan grasas o aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados.

Algunas veces, incluso estamos consumiendo productos que las esconden, aunque no lo parezca, como es el caso de las barritas (la mayoría presentan un alto contenido en azúcares y grasas trans que las hacen más apetitosas), algunas sopas y cremas preparadas también contienen estas grasas así como demasiada sal mientras que la cantidad de nutrientes es mínimo; o los cereales para el desayuno, que además de gran cantidad de azúcar contienen aceites hidrogenados. 

Lo ideal es mantener una alimentación sana, rica en todo tipo de pescados, carnes magras, aceite de oliva, mucha fruta, verduras y legumbres.