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¿Aún conservas los dientes de leche de tus hijos o tus nietos? ¿Recibes críticas por ello? Pues quizás el futuro esté en tus manos. Un reciente estudo del Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos sostiene que las células madre derivadas de los dientes de leche podrían utilizarse en el futuro para combatir enfermedades como el cáncer o la diabetes. De esta manera los investigadores podrían extraer células madre dentales para ayudar a salvar su vida en el futuro o utilizarlas para tratamientos médicos.
Ya sabíamos que las células madre, aquellas capaces de dividirse en más células madre o de convertirse en cualquier otro tipo de célula del cuerpo, podían encontrarse en la médula ósea, en el cordón umbilical y también en el líquido amniótico. En 2013, investigadores del National Institute of Health confirmaron que la pulpa de los dientes de leche es una valiosa fuente de células madre que permanecen vivas hasta poco después de la caída del diente y que en el caso de los niños, se conserva en mejor estado.
Medicina regenerativa
Las células madre de la pulpa dental podrían convertirse en una pieza clave de la medicina regenerativa gracias a su multipotencialidad. Mientras que las células madre del cordón umbilical han demostrado ser valiosas en la regeneración de los tipos de células sanguíneas, las células madre dentales pueden regenerar tejidos sólidos, para los cuales la sangre del cordón umbilical es menos adecuada, como la reparación de tejidos conectivos, tejidos dentales, tejido neuronal y hueso.
Debido a esta capacidad podrían ser usadas en casos de enfermedades como la artritis, lesiones de médula espinal, Alzheimer, Parkinson, distrofia muscular y esclerosis múltiple, así como también en accidentes cerebrovasculares, problemas cardíacos, enfermedades hepáticas y quemaduras. También se ha demostrado que las células madre dentales son capaces de transformarse en células Beta para tratar la diabetes.
Bancos de dientes de leche
Muchas empresas vieron el negocio y crearon bancos de dientes, ya que deben conservarse en nitrógeno líquido, para que sean útiles si se llegaran a necesitar en el futuro. Cada vez se descubren nuevos usos de las células madre dentales, aunque aún sigue siendo un campo nuevo y con mucho por explorar. Pero sin duda sería más sencillo que extraerlas de la médula espinal o del cordón umbilical.
Para conservarlos, hay que contactar con la empresa previamente, que enviará un kit especial y en el momento en que se cae o se extrae el diente, inmediatamente después se transporta al laboratorio para cultivar y conservar las células madre en condiciones adecuadas.