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La mortalidad intrahospitalaria de la insuficiencia cardiaca (IC) en España no ha conseguido reducir sus elevadas tasas en los últimos años (en torno al 10 por ciento). Además, los fallecimientos por esta causa muestran diferencias muy significativas entre comunidades autónomas, según un análisis de todas las altas hospitalarias por insuficiencia cardiaca registradas en el Sistema Nacional de Salud (CMBD) entre 2003 y 2015, llevado a cabo por investigadores varios centros hospitalarios españoles.
En ese periodo, se registraron un total de 4.946.702 ingresos por enfermedades cardiovasculares, de los que 1.363.022 correspondían a insuficiencia cardiaca. La investigación, derivada del proyecto RECALCAR, analizó la frecuentación hospitalaria (tasa anual de ingresos hospitalarios por IC cada 100.000 habitantes) y la mortalidad hospitalaria.
La mortalidad hospitalaria se mantuvo estable en ese periodo, tanto en relación con la media nacional como en las diferentes regiones. Las comunidades autónomas que registraron tasas más altas fueron Andalucía (14,37 por ciento), Canarias (11,60 por ciento), Extremadura (11,32 por ciento) y Castilla y León (10,44 por ciento), y las que reflejaron unas tasas más bajas fueron la Comunidad de Madrid (7,97 por ciento), Comunidad Foral de Navarra (9,24 por ciento), La Rioja (8,10 por ciento) y País Vasco (8,87 por ciento), con tasas anuales intermedias en el resto. No se registraron diferencias de mortalidad entre varones (10,39 por ciento) y mujeres (10,32 por ciento) ni en la media nacional ni en las comunidades autónomas.
"Resulta fundamental buscar explicaciones a estas diferencias entre comunidades autónomas que atentan contra la equidad del sistema. Deben analizarse en profundidad los múltiples factores que podrían explicar las desigualdades. Midiendo podremos mejorar", ha resaltado el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Ángel Cequier, durante la presentación del estudio en el e-Congreso SEC 2020 de la Salud Cardiovascular, que se celebra del 28 al 31 de octubre en formato online.
"Será necesario realizar nuevas investigaciones que relacionen estos datos con variables como los factores socioeconómicos, la dispersión geográfica, los parámetros sanitarios (sistemas de gestión, inversión en salud), la existencia de programas de insuficiencia cardiaca, los servicios de alta o la tipología de los hospitales, entre otros", ha añadido Manuel Anguita, presidente anterior de la SEC e investigador principal del artículo.
Los investigadores que han participados pertenecen al Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), al Hospital San Juan de la Cruz, (Úbeda, Jaén), al Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (IMAS Fundación), al Hospital Clínico San Carlos (Madrid), el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid) y al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia).
Aumento de ingresos por insufiencia cardiaca
En cuanto a las tasas de frecuentación de los servicios sanitarios por insuficiencia cardiaca, también se ha detectado una gran variabilidad. Las comunidades con menores tasas fueron Canarias (137), Navarra (226,7) y Cataluña (261,9). Las comunidades autónomas que registraron un mayor número de altas por insuficiencia cardiaca por habitante fueron: Principado de Asturias (396,3), Aragón (309,4) y Comunidad de Madrid (267,9). En todas las comunidades autónomas, salvo Cataluña, se apreció un incremento significativo de la tasa de frecuentación por esta patología desde 2003 hasta 2015.
Según el doctor Anguita, el aumento de ingresos se debe a diferentes razones: "Al envejecimiento de la población (que lleva consigo un aumento de comorbilidades que hacen que aumente la incidencia de esta patología); al aumento de la supervivencia de las enfermedades cardiacas agudas que, gracias a un mejor tratamiento, ven reducidas su mortalidad pero pueden provocar una alteración crónica de la función cardiaca que puede derivar en una insuficiencia cardiaca; y a la disminución de la mortalidad de la propia insuficiencia cardiaca a corto y medio plazo".