Ana Iglesias, logopeda en la Unidad de Neurorehabilitación del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, en Pontevedra, nos explica que la disfagia es una patología en la cual existe una alteración en el manejo del bulo alimenticio y en el paso de este desde la boca hacia el estómago, por lo tanto, una persona con disfagia manifestará dificultades a la hora de tragar los alimentos sólidos o incluso de su propia saliva.
“Esta puede tener como causa puede deberse a causas de origen estructural, como los tumores de cabeza, cuello y esófago”, continúa la especialista, “o a causas de origen funcional, como las enfermedades metabólicas, las endocrinas y autoinmunes, y las enfermedades neurológicas. De estas últimas cabe destacar la elevada prevalencia de disfagia en pacientes con daño cerebral adquirido, a raíz de un ictus o un traumatismo craneoencefálico”.
Debido a la multitud de complicaciones que se pueden derivar de esta enfermedad, es importante la existencia de un equipo de diversos profesionales sanitarios para realizar una correcta evaluación y un tratamiento precoz, destacando la figura del logopeda como profesional dirigido a realizar un tratamiento individualizado compuesto por diferentes técnicas y adaptaciones en la alimentación, quien será el encargado de realizar diferentes ejercicios específicos, así como modificaciones en la dieta.
Por su parte, la Dra. Beatriz Balsa, médico rehabilitadora, coordinadora de la Unidad de Neurorrehabilitación Quirónsalud Miguel Domínguez advierte de que la disfagia supone un factor de riesgo en personas mayores que les predispone a las infecciones respiratorias de origen bacteriano como la neumonía.
La dificultad para tragar o disfagia puede afectar a la deglución tanto de líquidos como de sólidos. "Su aparición", explica la especialista, "incrementa el riesgo de que estos alimentos lleguen a la vía aérea en lugar de al tubo digestivo y pueden generar la consiguiente neumonía". La Dra. Balsa aconseja acudir al especialista si se detecta tos repetida al comer o beber, voz húmeda, carraspera o fatiga continua para evaluar la aparición de disfagia.
Otra de las causas más comunes de las infecciones respiratorias son los virus, cuya vía de transmisión son las gotas respiratorias expulsadas al toser o estornudar, y que también pueden propagarse por contacto directo con superficies contaminadas. "Entre los virus responsables de las infecciones respiratorias", detalla la especialista, "se encuentran el rinovirus, el adenovirus, el coronavirus, el virus de la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS), entre otros".
Principales síntomas de las infecciones respiratorias
Los síntomas de las infecciones respiratoriaspueden variar según el tipo de infección y su gravedad. Entre los más comunes, la doctora destaca el dolor de garganta, los estornudos, la fiebre, la tos, la fatiga, las dificultades para respirar y el dolor de cabeza.
Estos síntomas, advierte la Dra. Balsa, pueden variar en intensidad y duración. "En el caso de infecciones más graves, como la neumonía o la COVID-19, los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, presión persistente en el pecho, confusión y labios o rostro azulado que deben ponernos en alerta y recurrir al especialista o servicio de urgencias", indica la doctora.
La especialista apunta también que, en el caso de las personas mayores, las infecciones respiratorias se caracterizan, en sus fases agudas, por una presentación atípica como "una mayor somnolencia, dificultad para andar, falta de apetito o desorientación". Ante estos síntomas se aconseja acudir al especialista con urgencia.
Consecuencias de las infecciones respiratorias en las personas mayores
La vulnerabilidad que acompaña a los pacientes mayores hace posible que la evolución de cualquier proceso de infección respiratoria tenga peores consecuencias que en los jóvenes. "Por este motivo", recalca, "es importante actuar de manera urgente ante cualquier síntoma".
Además, las infecciones respiratorias, por su alta incidencia en mayores, generan en muchas ocasiones su hospitalización con la consiguiente pérdida de movilidad y confusión asociada a veces al ingreso. En el caso de tener que ingresar la especialista recomienda "movilizar lo antes posible y evitar el encamamiento, así como desarrollar maniobras dirigidas a evitar la desorientación para evitar la pérdida de capacidad funcional y autonomía".
Cómo prevenir las infecciones respiratorias en personas mayores
La Dra. Balsa recomienda vacunarse de gripe y COVID-19, así como del neumococo, bacteria que con más frecuencia produce infecciones respiratorias y neumonía. "Otro factor importante es vigilar los síntomas de disfagia y, ante su sospecha, acudir al especialista". Por último, recomienda mantener un buen estado nutricional y realizar ejercicio diario para mantener una buena forma física.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.