Disfunción eréctil a partir de cierta edad: ¿es inevitable?
Más del 50% de los hombres entre 40 y 70 años experimentan esta condición
La disfunción eréctil es una condición que afecta a muchos varones, especialmente a medida que envejecen, y se caracteriza por la incapacidad persistente de lograr o mantener una erección suficiente para una relación sexual satisfactoria.
Entre sus causas sobresalen las físicas, como las enfermedades cardiovasculares, diabetes y problemas hormonales, y los factores psicológicos, incluyendo el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, la disfunción eréctil puede tener un impacto en la autoestima y relaciones personales del afectado.
Por todo ello, es importante conocer en profundidad en qué consiste esta patología y la manera de evitar las conductas que puedan agravarla. En el siguiente artículo nos centraremos en explicar estas cuestiones.
¿La disfunción eréctil es inevitable?
Lo cierto es que la probabilidad de sufrir disfunción eréctil aumenta con la edad. Así lo explican desde Sanitas, cuyos datos apuntan a que más del 50% de los hombres entre 40 y 70 años experimentan esta condición. No obstante, aunque al cumplir años se tengan más probabilidades de padecerla, no todos los hombres presentan un cuadro de disfunción eréctil.
Así y todo, cada cual puede experimentarla a diferentes niveles: leve, moderada, o severa. En el caso de la leve, por ejemplo, simplemente se pierde un poco de vigor en la erección, pero no afecta a la capacidad de experimentarla cuando se desea.
Fármacos que contribuyen a la disfunción eréctil
De la misma manera, consumir ciertos medicamentos también puede provocar disfunción eréctil. Desde MedlinePlus señalan los antidepresivos, los antihistamínicos, los medicamentos para la presión arterial alta y diuréticos, contra la enfermedad de Parkinson y los quimioterapéuticos y hormonales como posibles causantes de esta condición.
Con todo, en caso de que consideres que un fármaco está afectando a tu capacidad para mantener relaciones sexuales, consúltalo con tu médico o médica.
Cuidar la salud cardiovascular para evitar la disfunción eréctil
Más allá del consumo de ciertos fármacos, también la salud física influye en el desarrollo de la disfunción eréctil. Practicar ejercicio físico, tomar una dieta baja en grasas y controlar la tensión arterial y el colesterol son conductas apropiadas para prevenir la patología. Igualmente, fumar y consumir drogas incrementa el riesgo de padecerla.
Así y todo, también existen medicamentos para hacer frente a la disfunción eréctil, como los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (IPDE5). Sus diferentes formas de aplicación garantizan que prácticamente todos los pacientes puedan ser candidatos a un tratamiento eficaz.
