Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autor¿Alguna vez has experimentado un dolor intenso en las puntas de los pies que puede interferir en tu día a día? La almohadilla natural del pie es un tejido protector del antepié que distribuye el peso del cuerpo. Con la edad se desgasta progresivamente y resulta insuficiente, motivo por el que se recalienta, duele y se forman durezas. El dolor en esta zona, concretamente en los huesos metatarsianos, es un problema frecuente, que hace que la persona cojee y no pueda caminar bien. Y las personas con estilos de vida activos son más susceptibles a padecer esta dolencia conocida como metatarsalgia.
Los pies acostumbran a ser una parte olvidada en nuestros cuidados diarios, cuando deberíamos prestarle toda nuestra atención por la importante función que realizan soportando el peso de todo nuestro del cuerpo. Cuidar de ellos es una inversión a largo plazo.
El dolor en los pies puede venir por diversos motivos, pero el dolor metatarsiano tiene síntomas específicos que son fáciles de reconocer en quienes lo padecen como un dolor en la punta del pie, una sensación de ardor, y un entumecimiento de los dedos. Los huesos metatarsianos son los encargados de soportar el peso del cuerpo por lo que reciben mucha carga y presión. Este aumento de presión constante y repetitiva puede acabar produciendo dolor e inflamaciónque empeora cuando estamos de pie y puede amplificarse al caminar, correr, saltar o realizar actividad física.
Si bien este dolor suele desaparecer con reposo, si no se trata de forma temprana, puede afectar a otras zonas del cuerpo, advierten desde el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Navarra, puesto que provoca que la persona pueda caminar de forma incorrecta para evitarlo, y esta alteración de la pisada, a largo plazo, puede provocar síntomas como el dolor de espalda.
Una causa habitual del dolor en la almohadilla del pie es utilizar un calzado inadecuado. No siempre los zapatos que nos gustan son los más convenientes, y los pies se resentirán al poco de llevarlos. Los tacones altos, los calzados muy estrechos, poco elásticos, demasiado duros, con suelas delgadas y poca amortiguación pueden ser una fuente de problemas. Cambiar el calzado por uno más ergonómico es la primera consideración que debemos hacer. A ello debemos sumar, que con los años se produce un desgaste en el tejido del pie, lo que puede influir en una incorrecta pisada. Finalmente, cabe destacar los problemas de obesidad y sobrepeso, que hace que las probabilidades de tener una metatarsalgia se disparen.
En las fases de dolor más agudas con presencia de inflamación puede ser suficiente una terapia farmacológica con antiinflamatorios y poner hielo en la zona. Pero dependiendo de la causa del dolor, será conveniente un cambio de calzado, bajar de peso, eliminar durezas en el pie o el uso de plantillas personalizadas para eliminar los puntos de presión máxima. Es por ello que para un diagnóstico correcto es fundamental acudir al podólogo.
También podemos acudir al fisioterapeuta para una terapia personalizada, así como realizar distintos ejercicios y automasajes en casa. El masaje con pelota es especialmente relajante para la fascia plantar (el tejido situado en la planta del pie). Para hacerlo, presionaremos una pelota pequeña, tipo tenis, con la planta del pie realizando movimientos circulares sobre ella para masajear y relajar toda la planta. Separar los dedos del pie y estirarlos uno a uno, presionarlos hacia delante y hacia atrás, así como estirar los gemelos, y toda la musculatura anterior del pie y tobillo son ejercicios muy recomendables que podemos hacer, varias veces a la semana, y nos ayudarán a mantener nuestros pies en buena forma.
Para relajar los pies, el Colegio de Podólogos de Valencia también recomienda:
- Realizar baños fríos durante las 24h posteriores para bajar la inflamación
- Reposar y mantener los pies en alto para mejorar la descongestión venosa
-Explorar cuidadosamente los pies por si se hubiera producido alguna lesión
Por otro lado, en la farmacia podemos encontrar almohadillas (parches, siliconas, apoyos mullidos) diseñados para la protección y alivio del dolor del antepié que ayudan a reducir las callosidades al tiempo que relajan la zona metatarsal.