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El neurocientífico noruego, galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 2014, Edvard Moser, ha afirmado ser "optimista" con la posibilidad de encontrar las causas del alzhéimer, además ha asegurado que "finalmente descubriremos la causa y el siguiente paso será la cura".
En estos términos se ha referido en el primer Nobel Prize Dialogue europeo fuera de Suecia, organizado en Madrid por la Fundación Ramón Areces con Nobel Media. Este experto, considerado el descubridor del GPS del cerebro, ha protagonizado la sesión titulada '¿Es inevitable la demencia?', donde ha asegurado que "en los últimos años entendemos cada vez mejor que hay zonas del cerebro que están más implicados que otras".
Edvard Moser
Apuesta por "saber qué es lo que hay en esta zona cerebral y que hace que estas zonas sean tan vulnerables", ya que, ha añadido, "no sabemos cuales son sus causas pero sabemos que empieza en ciertas áreas del cerebro que tienen que ver con la memoria".
A su juicio, hay que saber cómo funciona un cerebro normal, por ello hay que buscar el apoyo de la Administración, ya que "la gente quiere que se resuelva el alzhéimer", siempre desde la convicción de que tiene que pasar mucho tiempo para conseguir que esto ocurra.
Al respecto, María de Ceballos, investigadora científica y especialista en Farmacología Bioquímica, que investiga en el Instituto Cajal del CSIC, quien ha compartido la misma mesa en la jornada, ha advertido el componente genético que puede dominar en algunos casos de demencia, en donde "no podemos hacer nada".
No obstante, ha apostado por prevenir en los casos en los que existe una sospecha de riesgo de desarrollar demencia; "hay cosas que hemos estudiado y sabemos que en humanos funciona muy bien", este es el caso realizar actividades que mantengan a la población activa, tantos físicamente como socialmente, acompañado de una dieta saludable y suficientes horas de sueño.
"Cuando dormimos nos recuperamos cerebralmente, es importante cuidar del sueño y cuidar la memoria", ha añadido, para posteriormente apuntar, al mismo nivel de importancia, que hay que tratar de tener el nivel de estrés lo más bajo posible" para prevenir la demencia.
En su opinión, es posible que la investigación no lleve el camino más directo. Entre los problemas, la falta de fondos: "Son necesario más fondos", ha señalado Y ta,mbién hacen falta más cerebros adultos sanos que investigar porque "descubrir cómo es el cerebro adulto ha sido una tarea prácticamente imposible", ha advertido, y también se han tenido en cuenta paradigmas equivocados, "en los que nos hemos centrado no han sido los mas correctos", ha admitido.
Sobre el mismo tema, Li-Huei Tsai, directora del Picower Institute for Learning and Memory del Massachusetts Institute of Technology, profesora de Picower en Neurociencias y Miembro Asociado del Broad Institute, ha destacado que la investigación se ha triplicado en los últimos 5 años.
La experta, en la línea de Moser, se ha mostrado optimista, y apuesta por investigar a las personas centenarias, aquellas que se mantienen física y mentalmente sanas para descubrir por qué algunas personas son más resistentes. "Hay un largo camino por recorrer, pero algo útil va a ir saliendo", ha concluido.