Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLa actividad física puede suponer un riesgo menor de dos afecciones oculares relacionadas con la edad: las cataratas y degeneración macular, tal y como indican los estudios científicos. Según un artículo publicado en el International Journal of Ophthalmology, la práctica regular de ejercicio físico se vincula con una reducción del 10% en el riesgo de desarrollar cataratas relacionadas con la edad, ya que combate el daño celular en el ojo. Según los investigadores, el riesgo podría reducirse en un 2% por cada hora de ciclismo o caminata, al día, ya que el ejercicio aumenta la actividad de las enzimas antioxidantes, lo que limita las infecciones y la inflamación en los ojos. Otro estudio realizado por investigadores de Karolinska Institutet de Estocolmo en el que se buscaba si una actividad física regular podía variar el riesgo de sufrir cataratas, demostrí que puede llegar a haber una reducción de alrededor del 13% en este riesgo en las personas que tienen una actividad física regular. Por lo que los indicadores sugieren que sí: la práctica del ejercicio continuada también aporta beneficios para la salud ocular.
Las cataratas son la causa más común de pérdida de visión en personas mayores de 40 años y es la causa principal de ceguera en el mundo. De hecho, hay más casos de cataratas a nivel mundial que de glaucoma, degeneración macular y retinopatía diabética juntas según indica Prevent Blindness America.
Otro estudio, publicado en la revista Investigative Ophthalmology & Visual Science, sugiere que el ejercicio también podría prevenir la degeneración macular y posiblemente otras enfermedades oculares como la retinopatía diabética y el glaucoma al reducir la formación anormal de vasos sanguíneos en y alrededor de la retina hasta en un 45%.
La degeneración macular relacionada con la edad es una enfermedad que afecta la visión central que necesitamos para realizar actividades como la lectura, la costura y el conducir porque afecta la mácula, la parte del ojo que permite ver los detalles pequeños y es una de las es una de las causas principales de la pérdida de visión en las personas mayores de 60 años.
La práctica continuada del ejercicio físico mejora la resistencia a la insulina, la presión arterial, la densidad ósea, la fuerza muscular, e incrementa el bienestar general de la persona. Los mayores de 65 deben dedicar 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas de tipo aeróbico, o bien algún tipo de actividad física más intensa durante, al menos 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud.