Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorTodos los componentes de nuestro organismo tienen una función que, de una manera directa o indirecta, afecta al resto del mecanismo. Nuestros riñones son los encargados de eliminar las numerosas sustancias de desecho a través de la urea, además de ser los encargados de controlar la cantidad de agua y sales (los famosos electrolitos), así como diversas sustancias imprescindibles para el normal funcionamiento de nuestro cuerpo.
Hay momentos en los que estas funciones no se realizan correctamente ya sea por fallos internos del propio órgano como por razones externas. Frente a esta situación existe una técnica, la diálisis. Sirve para situaciones temporales en los que los riñones no funcionan (fallo renal agudo), como en situaciones definitivas (insuficiencia renal crónica). Gracias a la diálisis se puede limpiar la sangre de las sustancias tóxicas acumuladas que no pueden eliminarse por la orina, restaurando así el balance de agua y electrolitos.
Esta limpieza puede realizarse de dos maneras distintas:
La diálisis es un proceso que ha permitido a mucha gente mantener su nivel de vida (así como su salud) ya sea en personas con un fallo puntual o las que requieren de un control exhaustivo de sus riñones.