Se llama enfermedad pulmonar obstructiva crónica. EPOC, por sus iniciales. Pero el nombre, según los expertos en neumología es, aunque apropiado, ineficaz. Tiene una estrecha relación con el consumo del tabaco, por lo que son muchos expertos los que sostienen debería llamarse tabacosis porque ese es su primer factor etiológico, su primera causa. Y el paciente, al conocer el diagnóstico, sabría perfectamente donde está la causa y el origen.
Los datos sobrecogen:
Ya es la cuarta causa de muerte en España y se produce una defunción cada 20 minutos. Son 29.000 muertes al año, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (@SeparRespira). Oficialmente, La EPOC figura entre las diez primeras causas de mortalidad y discapacidad. Representa un 7% de las defunciones, por detrás de la cardiopatía isquémica (14,5%), el alzhéimer y otras demencias (13,6%), y el ictus (7,1%)
En España afecta a millón y medio de personas y como puede confundirse con otros problemas respiratorios, se estima que esta infradiagnosticada.
Más del 90% de los enfermos son fumadores. Aunque no todos los fumadores desarrollan la enfermedad; solo la cuarta parte de ellos van a llegar a padecerla. La enfermedad origina más del 10% de consultas de atención primaria, casi un 40% de consultas de neumología, un 35% de incapacidades laborales definitivas y un 7% de ingresos hospitalarios. Más de la mitad de enfermos fallecen en los 10 años siguientes al diagnóstico.
Cómo es
La enfermedad se define como la patología que limita la ventilación permanentemente, bien por problemas en las vías aéreas -bronquios- bien por alteraciones del tejido pulmonar. Es decir, que agrupa los problemas crónicos de la bronquitis, el enfisema o la llamada enfermedad de las pequeñas vías o bronquiolitis. Los síntomas más conocidos de la enfermedad son la tos, expectoración, disnea o fatiga, y si continúa el proceso, insuficiencia respiratoria. Puede cursar con otro tipo de complicaciones como la alteración del sueño -además de producir apneas o paradas respiratorias- corazón pulmonar crónico o neumotórax.
No todos los individuos que padecen la EPOC desarrollan esas complicaciones, pero puede decirse que cuando aparece la disnea de esfuerzo (jadeo tras subir escaleras, por ejemplo) se calcula que la mortalidad a 10 años será del 50%. Se achaca en un 90% al consumo de cigarrillos. No es la única causa, pero sí se considera la principal y sobre todo, la determinante. Influyen también la contaminación y al predisposición genética.
Y pese a todo, según un estudio dirigido por el Dr. Viejo Bañuelos, que dirigió el Servicio de Neumología del Hospital General Yagüe, de Burgos, “el 35% de los españoles diagnosticados de la enfermedad, siguen fumando".
El 42% de los enfermos con EPOC está considerado grave o muy grave cuando se detecta la enfermedad. Y la primera medida que se le aconseja es dejar el tabaco. Pero más de uno de cada tres no lo hace. El trabajo -realizado con la neumóloga Ana Pueyo Bastida y con Arturo Fueyo Rodríguez- se basó en el estudio de 11.973 pacientes ya diagnosticados (el 87 por 100 varones y el 17 por 100 mujeres) con una edad media de 67 años. Contó con la participación de 865 médicos de atención primaria y de 170 neumólogos de toda España. El 35 por 100 de los enfermos eran fumadores habituales, el 54 eran ex fumadores y un 11 por 100 no había fumado nunca. En España se puede calcular que hay alrededor de dos millones de afectados de los que más de la mitad desconoce su enfermedad. Como señala el Dr. Viejo Bañuelos, podemos extraer la conclusión de que la estrategia que utilizamos para que la gente deje de fumar, no es útil, lo que significa que en el manejo de esta enfermedad no esta presente que el abandono del tabaco es fundamental. No insistimos lo suficiente para que los pacientes dejen de fumar; nada es eficaz si siguen fumando. Por si fuera poco, el diagnóstico se hace un poco tarde y sabemos que cuanto antes se detecte mejor es la evolución.
Hay que tener en cuenta que a diferencia de otras enfermedades serias, las muertes debidas a la EPOC están aumentando en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud se estima que el año próximo la tabacosis será la tercera causa de mortalidad y la quinta causa de morbilidad del mundo.
Más agresiva en la mujer
Una consideración importante se destacó entre los neumólogos gallegos: las diferencias de sexo en estas enfermedades son una realidad que está contrastada a la que no se presta la suficiente atención. El asma en al madurez es una patología más propia de las mujeres que sufren una EPOC más agresiva.
Por ejemplo, las mujeres con la enfermedad desarrollan enfisema con más frecuencia que los hombres. Y hay que tener en cuenta que mientras el consumo de tabaco en el varón se ha estabilizado, en la mujer ha aumentado: entre los 14 y los 18 años, casi el 40% de las chicas fuman, frente a un 28,9 de chicos; lo que quiere decir que dentro de 40 años tendremos más mujeres que varones con enfermedad pulmonar obstructiva crónica”.
Va en aumento
No solo la incidencia, sino también la mortalidad por esta causa, va en aumento. Aproximadamente, el 12% de los adultos presentan síntomas compatibles con la enfermedad. Los datos estadísticos de Estados Unidos, extrapolables aun hoy, pese a la radicalización antitabaco, registran que 14 de cada cien varones la padecen. Y en la mujer se sitúa en torno al 10%, pero crece de manera continuada. Del mismo modo, la mortalidad aumenta en los países occidentales (en donde el consumo de tabaco se cifra entre el 30 y el 45%) y puede decirse que representa la cuarta causa de muerte.
Además, se calcula que del 80% de enfermos no diagnosticados, por lo menos la mitad serán pacientes con pronóstico grave en el futuro.
Progresiva e irreversible
El problema serio es que la enfermedad se va instalando de forma insidiosa y muy poco a poco. Hasta el punto de que en las primeras etapas el individuo asume los síntomas como algo natural. Una tos continuada, un catarro que no acaba de quitarse, una disnea tras hacer un mínimo esfuerzo es algo que le hace pensar al individuo que “debería dejar el tabaco”.
Es una factura que el hábito de fumar pasa después de las agresiones continuadas de muchos cigarrillos, durante muchos días y durante muchos años. Esa suma de agresiones que van minando los agentes protectores del aparato respiratorio, no se presentan en todos los individuos de la misma manera. Como depende de la susceptibilidad personal, hay quien apenas sufre una leve deficiencia de ventilación y puede vivir así muchos años. Pero hay otro sector de población en los que la enfermedad se instala con mayor severidad produciendo una insuficiencia que necesita de manera continuada la ayuda de respiradores, cuando no hospitalización. Se trata de una enfermedad crónica, irreversible y progresiva.
¿Se puede prevenir?
Una de las cuestiones de mayor interés sería saber si un fumador va a padecer o no la EPOC. No hay un medio de diagnóstico a plazo. Solo haciendo espirometrías seriadas podría ir evaluándose la capacidad de ventilación del individuo. Si se detecta a tiempo, y el individuo deja de fumar, aunque la enfermedad es irreversible, se puede lograr que no progrese; además, se puede prescribir el tratamiento adecuado para que los síntomas no sean notables y mejore su calidad de vida.
El problema esta en que las primeras dificultades respiratorias son leves y el individuo se acostumbra. El tabaco sigue mientras tanto destruyendo los cilios defensivos de las vías aéreas, y poco a poco las dificultades van creciendo hasta que decide pedir consejo medico. Debe saber entonces que lo más que puede lograrse es que no aumenten los problemas, pero que la bronquitis crónica ya esta instalada en mayor o menor grado, y las alteraciones en la función pulmonar no tienen ya solución.
Recuerde:
- Aunque no todos los fumadores vayan a desarrollar la enfermedad, el tabaquismo esta considerado como el factor causal de la EPOC -tabacosis- en más del 90% de los casos.
- El abandono del tabaco reduce de manera notable el nivel de deterioro de la función pulmonar.
- En el ámbito europeo se calcula que todos los años ingresan en un hospital con diagnóstico de EPOC más de 75.000 personas.
- La incidencia en la mujer ha tenido un incremento espectacular en la ultima década. Se calcula que el 10% de mujeres adultas tienen ya algún síntoma de EPOC.
- La mortalidad por esta causa ha crecido hasta en un 22% en los últimos años.
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Constituye hoy la cuarta causa de muerte. Según la Organización Mundial de la Salud, los problemas cardiacos son los que mayor mortalidad causan; siguen, después, por este orden: cáncer, enfermedades cerebrovasculares, EPOC, tuberculosis, diarrea, disentería, paludismo, SIDA y hepatitis B.